La viscoelástica es uno de los materiales más apreciados en los productos de descanso, como los colchones, los toppers y las almohadas. Quienes no la han probado nunca quizá han oído hablar de sus propiedades para mantener la corrección postural, al producir el llamado “efecto abrazo”, y también de su precio, ya que si son de calidad suelen tener un coste más elevado que otros materiales como la espuma. Precisamente es por esto último que muchas personas se plantean si realmente merece la pena optar por este material, y para intentar responder a esto, primero debemos empezar por el principio y explicar qué es la viscoelástica.
La viscoelástica es un tipo de poliuretano con productos químicos que la hacen más elástica y provocan que con la presión y el calor del cuerpo sobre la superficie el material se adapte a su forma creando ese “efecto abrazo” del que acabamos de hablar. Gracias a esta adaptación ofrece apoyo postural (cervicales, espalda, etc.) y alivio en los puntos de presión (hombros, caderas, articulaciones, etc.). Estas propiedades hicieron que la viscoelástica empezara a ser muy valorada en los centros sanitarios (personas que necesitan un buen apoyo porque pasan muchas horas en la cama) y más tarde en hoteles y finalmente se generalizara en los hogares.
Además, la viscoelástica tiene la propiedad de la resiliencia, es decir, que cuando nos levantamos del colchón este recupera poco a poco la forma original, ya que se va enfriando y no hay nada que lo presione, y no se deforma.
A continuación explicaremos con más detenimiento qué es la viscoelástica, su diferencia con otros materiales parecidos y detallaremos sus beneficios para nuestro descanso y por lo tanto para nuestra salud.
Muchas personas tienden a pensar que la viscoelástica y la espuma son lo mismo, pero es un error. Aunque ambos materiales están fabricados con poliuretano, que es un derivado del petróleo, que no es tóxico tras aplicar una serie de productos químicos, la espuma no ofrece esa característica huella del cuerpo al acostarnos, sino que es más mullido (suave), como ocurre con el látex.
La principal diferencia entre la viscoelástica y la espuma, por lo tanto, es el tiempo de respuesta y la sensación de adaptación al cuerpo, por lo que la viscoelástica suele ser apreciada entre quienes se mueven poco, requieren un buen apoyo postural y duermen acompañados (ya que al tardar unos instantes en adaptarse a la forma del cuerpo no transmite el movimiento) y la espuma entre quienes prefieren un tiempo de respuesta corto, se mueven más y no les gusta experimentar una sensación de “mayor sujeción” al colchón.
Las tecnologías de fabricación de los colchones de espuma, sin embargo, permiten cada vez más una mayor sujeción postural, con diferentes tipos de acolchados que combinan diferentes firmezas (a gusto del consumidor).
Tanto la viscoelástica como la espuma pueden presentar diferentes densidades, es decir, diferentes proporciones de material en un mismo metro cúbico, algo que determina su durabilidad y por lo tanto su calidad (y su precio). Esto significa que no hay una diferencia significativa entre la durabilidad de la viscoelástica y la espuma si se fabrican con la misma densidad. Sin embargo, el efecto memoria de la viscoelástica hace que la recuperación de la forma llegue a ser superior a la de los colchones de espuma.
El látex es un material más natural que la viscoelástica, ya que se obtiene de la savia del árbol del caucho, por lo que es muy apreciado entre quienes valoran los productos naturales. Como ya hablamos en un post anterior la viscoelástica y el látex presentan diferencias muy notorias, empezando por el material de fabricación, que como hemos explicado, en el caso de la espuma de memoria es el poliuretano tratado con diferentes químicos para hacerlo más natural. Un ejemplo es el modelo MIOLATEX de Matiner Natural-Descans
El látex y la viscoelástica difieren mucho en cómo se adaptan al cuerpo, ya que la viscoelástica se caracteriza por su perfilación exacta de la forma del cuerpo de cada persona independientemente de la postura que adopte para dormir y en cambio el látex presenta “rebote”, es decir, que tiene una alta resiliencia, proporcionando una sensación mullida al momento y recuperando de forma rápida la forma inicial. Eso incide en la firmeza y por lo tanto en la sujeción, y también en los puntos de alivio de la presión, que es mayor en la viscoelástica, así como en la transmisión del movimiento a otro durmiente, que puede resultar un inconveniente en el látex, mientras que en la viscoelástica el tiempo de respuesta lento tiende a procurar mayor independencia de lechos.
Sin embargo, los fabricantes de colchones de látex tienden cada vez más a innovar en sus combinaciones de materiales en las diferentes capas para crear las llamadas “zonas de descanso” para competir con la viscoelástica en adaptación al cuerpo y menor transmisión de movimientos. El látex, por otro lado, es más transpirable y fresco, ideal para calurosos, algo que la viscoelástica intenta solucionar con unos mejores tejidos y tratamientos de transpirabilidad y frescor.
Tanto la viscoelástica como el látex (si es natural) son materiales muy durables, y eso repercute en su precio. Por otro lado, ambos son hipoalergénicos (en el caso de la viscoelástica debe ser tratada).
La biovisco es la última tendencia en colchones de viscoelástica, ya que da respuesta a la demanda de espumas más naturales, que no provengan del petróleo. Se trata de un material innovador (tipo de viscoelástica ecológica) que se fabrica a partir de materiales naturales de origen vegetal y que proporciona diferentes zonas de descanso, con protección antimicrobiana. Matiner-Natural Descans ofrece el modelo Canadá con este material, que proporciona unos perfectos niveles de suavidad, higiene, confort y durabilidad. Al mismo tiempo es ideal para mantener una correcta alineación de la espalda y así evitar lesiones futuras en cervicales, cuello o lumbares.
Como hemos visto, la viscoelástica compite con las mejores espumas de poliuretano y de látex gracias a las múltiples ventajas que presenta respecto a estos materiales. Aquí resumimos algunos de sus beneficios:
1. Adaptabilidad. La viscoelástica es un material totalmente maleable, es decir,
no debe adaptarse el durmiente al colchón si no que el colchón se adapta perfectamente a la forma de su cuerpo, independientemente de la postura que adopte al dormir. Se caracteriza por su ‘efecto memoria’, es decir, por recuperar su forma original una vez la presión y el calor corporal desaparecen favoreciendo por un lado la sensación de confort y por otro su durabilidad.
2. Beneficio para la salud. El colchón de viscoelástica brinda apoyo postural ayudando a aliviar los puntos de presión de determinadas partes del cuerpo, así como mitigar dolores y molestias focalizados en la zona lumbar o muscular, ya que proporciona una buena postura de nuestra columna vertebral, cuello y articulaciones.
3. Durabilidad. Aunque al principio suele ser una inversión más elevada que otras opciones de calidad, a largo plazo representa un ahorro, gracias a su durabilidad; el efecto memoria hace que no se deforme tan fácilmente como algunas espumas. Se estima que los colchones viscoelásticos de buena calidad suelen durar hasta 15 años en perfectas condiciones.
4.Higiene y antialergias. La viscoelástica está fabricada con espuma de poliuretano, un material elaborado con fibras orgánicas que a diferencia de otros materiales (no tratados) como la espuma o los colchones de muelles es hipoalérgico. Se trata de un material ideal para personas propensas a sufrir alergias ya que no tiende a retener cualquier tipo de patógenos y bacterias como son los ácaros del polvo y otros partículas que se encuentran en el ambiente.
5.Ideal para dormir con otra persona. La viscoelástica es un material perfecto para quienes duermen acompañados de su pareja o mascota y no quieren notar los movimientos del otro durmiente, despertarse durante la noche o tener la sensación al día siguiente de no haber pegado ojo.
6. Ideal para personas frioleras. Aunque la viscoelástica no da calor tiene una función termorreguladora, es decir, que de igual forma que se adapta nuestro cuerpo también se adapta a la temperatura del ambiente. Por lo tanto este material es ideal para aquellas personas que tienen dificultades para mantener el calor corporal en la cama o incluso que tienen problemas (lesiones) especialmente en las articulaciones que requieren de una sensación térmica caliente.
7. Ideal para personas que pesan poco. La viscoelástica es apropiada para personas que pesan poco porque notarán como el colchón “se abraza” a su cuerpo a pesar de ser firme. En cambio personas con más peso pueden preferir otros materiales si no les gusta una cierta sensación de hundimiento, aunque esto ocurre en menor medida con colchones de calidad.
Al igual que en los colchones la viscoelástica es un material muy utilizado en las almohadas ya que presenta múltiples ventajas como por ejemplo un apoyo total de la zona de la cabeza, cuello y cervicales y por lo tanto permite evitar contracturas, malas posturas o despertarse con sensación de no haber descansado. Al mismo tiempo es un tejido transpirable y poco propenso a acumular bacterias y hongos que se encuentran en el ambiente o se derivan de nuestra saliva o sudor.
Sin duda alguna combinar un colchón de viscoelástica con una almohada del mismo tejido es un acierto asegurado que garantizará un descanso reparador.
Los posts de MATINER Natural-Descans tienen fines informativos y no deben reemplazar el consejo de un médico u otro profesional médico.