Tipos de topper: ¿Qué debes saber sobre ellos?

Como explicamos en el post anterior, un topper es un excelente complemento de nuestro colchón que proporciona soporte adicional o una dosis extra de confort para una calidad de sueño superior, pero eso sólo será así si tenemos claro el tipo o tipos de topper más adecuados para nosotros. Entre los beneficios principales de los toppers, tal como explicamos anteriormente, están la durabilidad y comodidad extra que brindan a los colchones, de manera que su demanda ha aumentado mucho los últimos años, como se puede comprobar en la evolución de las búsquedas que ha tenido el concepto “topper colchón” en Google durante los últimos años.

Tipos de topper según material

Las ventajas de cada tipo de topper según el material son muy parecidas a las de los colchones de esos mismos materiales. Si buscamos un plus de amortiguación que nos proporcione una sensación de abrazo, lo ideal es un topper de viscoelástica; si nos gusta que la superficie del colchón se adapte a nuestro cuerpo de forma rápida con cada movimiento, el látex probablemente será la mejor solución; si sólo necesitamos un toque de confort, los de fibra sintética pueden ser un complemento del sueño suficiente. La mayor parte de los toppers, sean del material que sean, pueden fabricarse en diferentes tamaños, grosores y densidades, adaptándose así a las necesidades de cada durmiente.

Toppers de espumas técnicas

La espuma de poliuretano de última generación contenida en este tipo de toppers provee al durmiente de una gran adaptabilidad a su cuerpo con un tiempo de respuesta muy parecido al del látex y una excelente firmeza, además de ser muy duradera.

Toppers de viscoelástica

La viscoelástica o espuma de efecto memoria es un tipo de espuma de poliuretano muy concreto, que lleva incorporados otros materiales adicionales, que en contacto con el calor corporal se ablanda y le proporciona el conocido “efecto abrazo”, que luego vuelve a su forma original al enfriarse.

Nuestra recomendación en toppers de viscoelástica:

Toppers de látex

El látex es un tipo de goma natural con la que se fabrica una espuma suave y duradera, naturalmente hipoalergénica y antibacterias, que proporciona un buen apoyo y adaptabilidad inmediata.

Toppers de fibra sintética

Los toppers rellenos de fibra son una alternativa de topper asequible, imitación sintética de los toppers de plumas. Son una buena alternativa si se requiere un plus mínimo de comodidad extra o de apoyo, al no proporcionar la amortiguación del látex o la espuma.

Otros tipos de topper menos habituales

Hay otros materiales en los toppers disponibles en tiendas de descanso, como los toppers de lana o de plumas. Los toppers de lana son una muy buena opción para lograr un buen aislamiento térmico, una gran durabilidad y confort, antialergias y sin olores, aunque no es la mejor opción para quienes necesitan independencia de lechos al no aislar el movimiento y como los toppers de fibra no proporcionan un gran apoyo. Los toppers de plumas tampoco proporcionan un gran apoyo, además de no ser muy duraderos y poder desprender pelusas, suelen usarse para complementar de forma mínima un colchón duro y para dar un punto de lujo a la experiencia de sueño.

Tipos de topper según densidad

Recordemos que la densidad de un colchón o de un topper hace referencia a la cantidad de material utilizado en su fabricación, y por lo tanto está relacionada con su firmeza y su durabilidad. Todos ellos, sin embargo, pueden proporcionar buenas prestaciones en cuanto a comodidad y apoyo, ya que dependen mucho de la sensación particular del durmiente. Los toppers de baja densidad suelen ser blandos y reaccionan instantáneamente al cuerpo de un durmiente con períodos de descanso más cortos. Sin embargo, esa adaptabilidad inmediata hace que tiendan a deteriorarse antes, por lo que suelen tener precios por debajo del promedio. Los toppers de densidad media ofrecen un equilibrio entre suavidad y firmeza; no reaccionan tan rápido como las espumas de alta densidad (depende también de los acolchados) pero sí más rápido que las espumas de alta densidad. En términos de durabilidad también están a medio camino entre la alta y la baja densidad, así como también en el precio. Los toppers de alta densidad son relativamente firmes y no reaccionan al cuerpo tan rápidamente como las espumas de densidad baja o media, aunque dependiendo del acolchado esto puede variar. Estas espumas también tienen una vida útil más larga que cualquier otra densidad, y generalmente son las más costosas.

Tipos de topper según forma de sujeción

Otro de los factores que diferencia la calidad, la duración y el precio de un topper es su forma de sujeción al colchón. Existen diferentes formas de sujeción:

• Gomas elásticas: el topper se coloca directamente sobre el colchón y se engancha a través de 4 gomas de sujeción situadas en las esquinas del colchón.
• Funda: el topper se puede sujetar al colchón como una sábana bajera para proporcionar un confort perfecto.
• Cremallera: el topper queda sujeto a través de una cremallera que evita el movimiento del colchón durante el descanso.
• Beta con botón: el topper se fija al colchón con una beta que se abotona al colchón, haciendo que el desplazamiento del topper sea mínimo.

Otros factores clave a considerar

Aunque lo que influye de forma decisiva en la calidad y el precio de un topper es el material y la densidad de ese material en el volumen del producto, también hay otros factores que influyen en la capacidad que tenga de adaptarse a nuestras necesidades (comodidad, alivio de la presión, precio, etc.), como el grosor y los acolchados. Como en el caso de los colchones, lo ideal es probar el topper en una tienda especializada antes de comprarlo, ya que por mucho que conozcamos sus prestaciones teóricas, cada persona tiene una percepción de ellas totalmente única. Esto es especialmente necesario en casos de compartir la cama, ya que la sensación debe ser satisfactoria para todos los durmientes.