A la hora de escoger un colchón existen diferentes aspectos a tener en cuenta como la calidad de los materiales (látex, viscoelástica o espuma), el tamaño y estructura de la cama, la firmeza, la densidad… Y solemos dejar de lado un aspecto: qué altura debe tener un colchón para poder disfrutar de comodidad y adaptabilidad.
Cuando buscamos un colchón por internet o (lo más aconsejable por tipo de producto) acudimos a un profesional del descanso presencialmente y vemos la oferta existente, veremos que existen colchones con diferentes alturas (grosores). A primera vista puede parecer que podemos descansar bien en un colchón de cualquier grosor, porque el menos grueso puede parecerlo ya suficiente, pero en realidad este aspecto tiene una importancia crucial en nuestro descanso.
En este post hablaremos de la altura ideal que debe tener nuestro colchón a partir de las diferentes necesidades de cada durmiente.
Existen colchones más altos que otros para adaptarse a las necesidades de cada durmiente, como su peso, su postura al dormir, sus gustos y, por supuesto, su presupuesto. Los colchones de menos altura suelen tener menos capas en general y una capa principal más baja en particular, y suelen ser suficientes para personas que pesan menos, ya que no se hundirán con facilidad. Eso también depende, por supuesto, del tipo de materiales empleados en cada capa y de su densidad (la cantidad de material por el mismo volumen).
Los colchones habitualmente tienen dos capas, el núcleo o capa principal y el acolchado o capa secundaria, que pueden ser de diferentes materiales, aunque los de mayor calidad pueden tener tres, cuatro o más.
El grosor promedio de los colchones varía entre 20 y 30 cm, y la capa principal debería tener por lo menos unos 3 cm para aportar la calidad necesaria al descanso, sea de látex, de viscoelástica o de espumación, entre otros. La mayoría de colchones de calidad, además, contienen una capa de transición antes del acolchado de unos 2,5 a 5 cm. En total, está capa principal, incluyendo si la hay la capa de transición, debería suponer la mitad del grosor del colchón. Cuanto más gruesa es la capa principal o núcleo más durabilidad tendrá el colchón, ya que evita durante más tiempo que se deforme.
Si queremos optar al mejor colchón para nuestro descanso, antes de lanzarnos a comprar el más alto posible, debemos tener en cuenta una serie de mitos y verdades que se asocian a la altura de los colchones. Detallamos algunos de los más repetidos a continuación:
Un colchón más grueso suele tener más capas, por lo que el coste en material, maquinaria y mano de obra para el fabricante suele ser mayor. Ahora bien, como veremos a continuación, esto depende de qué tipo de capas contenga un colchón más alto. Un colchón de altura media con capas de gran calidad puede ser más caro que uno alto cuyo interior sea de calidad inferior.
Un colchón alto suele ser lo más adecuado siempre y cuando la capa principal interior también sea ancha (algunos fabricantes dan una apariencia de grosor añadiendo más capas secundarias o incluso de acolchado, que no influyen positivamente en el descanso), y sea en relación a nuestro peso y nuestra postura al dormir. No tiene ningún sentido que alguien que pesa muy poco y/o que duerme boca arriba compre el colchón más grueso del mercado: hará una inversión mayor obteniendo los mismos beneficios con un colchón de menos altura.
El grado de firmeza del colchón no depende de su altura. Un colchón no es necesariamente más firme sólo por ser más grueso. Existen colchones de 25 cm que se pueden considerar blandos porque sus capas son más mullidas y colchones más gruesos que tienen una firmeza extra y por lo tanto son más duros. El núcleo puede ser más o menos alto sin que se relacione con un colchón más o menos firme.
La durabilidad de un colchón está más relacionada con la densidad (cuanto más denso es un colchón menos se deforma) y la calidad de los materiales, así como su mantenimiento y limpieza diaria, pero es común que un colchón alto contenga más capas y de mayor calidad.
Al escoger un colchón es importante la edad y las necesidades físicas del durmiente, como el peso. Por ejemplo, una persona mayor a la que le cuesta levantarse y acostarse es recomendable que opte por una cama de una altura muy específica (ni muy baja para no hacer más esfuerzos de los necesarios ni muy alta para evitar lesiones en cuello, espalda o articulaciones). En el caso de los niños, optar por una cama baja será la mejor opción para evitar caídas, especialmente si se mueven mucho durante la noche. Además, en el caso de los niños puede ser una buena opción incorporar una baranda de seguridad a su cama. Para decidir la altura del colchón, por lo tanto, hay que tener muy en cuenta la altura de la estructura de la cama, para calcular la altura total del conjunto y saber si es óptima.
Por debajo de los 15 centímetros los colchones dejan de llamarse así y pasan a considerarse colchonetas, toppers o colchoncillos, que se utilizan para sofás-cama, camas nido o canguro e incluso para dormitorios juveniles.
Un topper de buena calidad puede añadir esas capas suplementarias que necesitamos para añadir durabilidad y confort a un colchón. Ahora bien, como hemos explicado antes, si la altura del colchón no está causada por buenos materiales, o la capa principal no es lo suficientemente gruesa y la altura la conforman capas secundarias, puede que un topper no nos de tan buen resultado como un colchón simplemente más grueso. Además, también debemos valorar el estado de nuestro colchón, entre otros factores (lo explicamos en este post).
La altura óptima para un colchón de látex debe ser superior a los 15 cm de núcleo y a partir de los 18 cm en la altura total del colchón para proporcionar mayor grado de confort y durabilidad. Generalmente, al tratarse de un material más caro que el resto de los colchones de látex, no suele haber a la venta colchones tan altos como en otros materiales, lo más habitual es encontrar colchones de látex de 22-23 centímetros como máximo. Los más comunes y vendidos del mercado son los que tienen un núcleo de 16 a 19 cm y una altura final entre 19 y 21 cm.
Los centímetros de viscoelástica son una parte muy importante en un colchón de este material. Cuanto mayor sea la capa de viscoelástica más capacidad de adaptación tendrá el colchón y menos firmeza. Por eso es importante encontrar un equilibrio entre firmeza y adaptación, que se consigue con 8 o 9 centímetros de viscoelástica en el núcleo y un acolchado que acabe de conformar su altura.La altura de un colchón viscoelástico habitualmente suele ser de 20 o 22 centímetros.
Para un colchón de espuma, al igual que para un colchón de látex, lo ideal es apostar por una altura mínima de 15 cm para garantizar un buen apoyo en la espalda y cuello.
Este tipo de colchones presentan una altura entre los 24 o 25 centímetros e incluso en ocasiones por encima de los 30 centímetros. En el caso de los colchones de muelles ensacados las capas no deben ser superiores en grosor a las que contienen los bloques de muelles. En estas capas superiores se suelen utilizar capas de visco o látex que permiten un buen confort y adaptabilidad, sin renunciar a la firmeza y la transpirabilidad que dan los muelles.
Las personas que duermen boca arriba o boca abajo no suelen necesitar un colchón extremadamente grueso más allá de su peso, ya que su postura no deforma en exceso la forma del colchón.
Las personas que duermen de lado suelen necesitar, en relación a su peso, un colchón más grueso, ya que su postura requiere de más capas de confort que ofrezcan alivio a los puntos de presión (hombros, caderas).
Cuanto menos pesemos, menor grosor de colchón necesitamos, podemos ceñirnos al mínimo que le proporcione una buena calidad. A medida que el peso de una persona es mayor, mayor altura de colchón necesitamos, ya que el colchón tiende a deformarse más y debe tener un grosor que lo compense.
Como hemos explicado anteriormente, los niños y personas mayores son los colectivos más sensibles a la altura del colchón, ya que determina la altura final de la cama y tienen más dificultades para levantarse de ella y acostarse en ella. La altura del colchón debe tener en cuenta la altura de la estructura de la cama (una cama muy alta no es compatible con un colchón también alto y viceversa, una cama baja no lo es con un colchón bajo y puede -y debe- admitir un colchón de mayor grosor). En ocasiones, el hecho de necesitar, por peso, edad, confort, etc., un colchón de mayor altura, puede condicionar que debamos cambiar la estructura de la cama por una de altura compatible.
A la hora de elegir un colchón por su altura no existe una fórmula capaz de indicarnos cuál es la ideal, por eso lo más recomendable es dejarse aconsejar por un especialista y probar el colchón antes de comprarlo, aunque terminemos por comprar el modelo que más nos guste por internet. Al fin y al cabo es una inversión importante que debemos rentabilizar con un sueño reparador durante años. En MATINER Natural-Descans surtimos tiendas en toda España de colchones con diferentes alturas y materiales de la mejor calidad para adaptarse a las necesidades de cada durmiente.
Los posts de MATINER Natural-Descans tienen fines informativos y no deben reemplazar el consejo de un médico u otro profesional médico.