Partes colchón

Partes del colchón: conócelas para elegirlo bien

Cuando nos informamos sobre un colchón lo primero que nos acostumbra a entrar por los ojos es el material. Nos fijamos en si es de látex, de viscoelástica, de muelles, de espuma, y a menudo no tenemos en cuenta que tan importante es el material como la parte del colchón en la que está ubicado, en qué cantidad o con qué calidad. Porque muchos fabricantes usan como reclamo que un colchón es, por ejemplo, de látex, un material que a mucha gente le gusta, y eso suele significar que el látex está en el núcleo, pero tal vez los acolchados sean de otro que no nos resulta cómodo. Además, también pueden (y suelen) combinarse varios materiales. En este post hablaremos sobre las partes del colchón, la función de cada una y su importancia en una buena experiencia de descanso.

Un mismo material, distintas sensaciones

Seguro que a muchos nos ha pasado que hemos dormido muchos años en un colchón de un material concreto, nos hemos acostumbrado a él, y cuando tenemos que comprarnos un colchón nuevo probamos ejemplares que creemos que se parecen mucho (en material, en grosor total del colchón, etc.) y la sensación nos resulta diferente.

Por un lado, un colchón nuevo siempre nos va a resultar algo distinto que otro que ya hemos usado mucho por cómo se ha adaptado a nosotros y también porque nunca vamos a probar en una tienda un colchón con las mismas condiciones que en casa (influyen el somier, la ropa de cama, nuestra ropa de dormir y hasta la temperatura de la habitación). Pero sobre todo hay que tener en cuenta que es muy difícil que encontremos un colchón exactamente igual al que teníamos, a no ser que se siga fabricando el mismo modelo, y esto si han pasado muchos años es casi imposible porque todos los fabricantes cambian su catálogo para incorporar productos cada vez mejores.

Lo que suele cambiar de un colchón a otro con el núcleo de un mismo material suele ser:

  • La calidad del material (por ejemplo, no es lo mismo el látex 100% que un látex con menor proporción de este tipo de espuma, ni lo es el látex natural que el látex sintético).
  • La cantidad de material (que se traduce en densidad, es decir, cuánto material hay en un mismo volumen, y cuanto más, más duradero es un colchón y generalmente más firme).
  • El lugar donde se ubica el material (sólo en el núcleo, también en el acolchado, en una capa o en varias, en qué orden, etc.)

En función de estos parámetros un colchón ofrecerá una dureza y una firmeza distintas, que son las características que nos hacen percibir las diferentes sensaciones de confort, de apoyo y de liberación de la presión, de lo que también hablaremos en este post.

El núcleo como parte fundamental del colchón

En general debería hablarse de colchón de látex, de espuma, de viscoelástica, de muelles, de aire, de agua, etc. porque su núcleo es de estos materiales. Pero el núcleo no siempre está formado de un solo material. Hay colchones de muelles ensacados en un núcleo que también contiene látex, por ejemplo.

El núcleo (que a veces se llama también capa de apoyo, por una traducción literal del inglés support layer) es la capa responsable de la alineación de la columna vertebral, que es una de las dos funciones principales de un colchón (junto con el alivio de la presión) controlando que el hundimiento de ciertas partes del cuerpo sea hasta un punto determinado, distribuyendo el peso de forma equilibrada y manteniendo la columna vertebral en una posición neutra.

El núcleo de un colchón debería tener por lo menos 15 cm de grosor, y suele ser de cinco tipos de materiales: muelles, látex, espuma de poliuretano, aire o agua. Como veremos, la viscoelástica, que no hemos incluido en la lista, es un tipo de colchón cuyo núcleo es de espuma de poliuretano, tratada con aditivos que la hacen más elástica o viscosa, de aquí su nombre. Hoy en día, los núcleos no suelen ser de un solo tipo de material, sino que combinan varios: látex natural con sintético, muelles con látex, muelles con espuma, etc.

Otras funciones del núcleo del colchón, además de proporcionar apoyo a la columna, son:

  • Otorgar durabilidad: por mucho que otras partes del colchón sean de buena calidad, si el núcleo no lo es, pueden tender a la flacidez prematura, el hundimiento y las hendiduras (dobleces) permanentes.
  • Regular la temperatura: las partes responsables de esta función suelen ser las que están en contacto con el durmiente, pero el núcleo también puede proporcionar un canal ventilación, como el núcleo de muelles o de látex natural.
  • Evitar la transferencia de movimiento: un núcleo puede reaccionar localmente al movimiento y reducir su transferencia, como los muelles ensacados o la espuma, aunque también colaboran en esta función otras capas.
  • Reducir el ruido: seguramente muchos tengamos en mente los ruiditos de los colchones de muelles de toda la vida. Pues bien, hoy en día los muelles ensacados permiten reducir los ruidos, y materiales más silenciosos, como el látex o la espuma de poliuretano, prácticamente no hacen ruidos.

Al ser la capa más importante del colchón, cuanta más calidad tenga el núcleo (incluyendo un mayor grosor), más caro será el colchón.

El grosor de un colchón es fundamental a la hora de valorar su calidad, de ahí que los hoteles que ofrecen una buena experiencia de descanso coincidan en ofrecer colchones muy altos. Ahora bien, debemos asegurarnos de que ese grosor se debe al grosor del núcleo y no sólo al de las capas transicionales y el acolchado, que no son las que aportarán la alineación a la columna vertebral, que es la función más importante del colchón).

El acolchado como parte que aporta mullidez a un colchón

Aunque el núcleo es una parte primordial del colchón, debemos tener presente que si durmiéramos directamente sobre él, estaríamos enormemente incómodos, aunque nos guste dormir sobre superficies duras y firmes. Nuestro cuerpo no sólo necesita apoyo, sino que necesita también alivio de presión. Esto, explicado de forma coloquial, quiere decir dejar hundir ciertas partes del cuerpo sobre las que nuestro peso ejerce presión sobre el colchón, como la zona cervical y la zona lumbar. De lo contrario, como su nombre indica, notaríamos una presión excesiva contra la superficie. Está función la llevan a cabo los acolchados. En otras palabras, el núcleo tiene más que ver con la dureza y la firmeza de un colchón, y los acolchados con su suavidad y su mullidez.

Los acolchados o capas de confort (del inglés comfort layers) suelen suponer entre 5 y 10 cm del grosor total del colchón. Se suelen fabricar en una amplia variedad de materiales, como la espuma de poliuretano, la viscoelástica, el látex o los muelles, pero también fibras naturales como la lana, el algodón, el lino o la fibra de coco. Gracias a está capa, sentiremos que el colchón se adapta a nuestros puntos de presión (cervicales, lumbares, etc.) sin sentirnos demasiado hundidos.

Las capas transicionales, un plus de calidad en nuestro colchón

No todos los colchones tienen capas tradicionales, pero los de mejor calidad sí suelen tenerlas. Se trata de capas que se sitúan entre el núcleo y los acolchados, algo más firmes que éstos últimos, para evitar que el durmiente sienta la dureza del núcleo cuando el acolchado se adapta completamente a su cuerpo (especialmente los durmientes de mayor peso). Una combinación óptima de capas transicionales y acolchados proporciona lo que se llama “zonas diferenciadas de descanso”. Estas capas suelen oscilar entre 3 y 8 cm del total del grosor del colchón.

La funda del colchón y su contribución al confort

A veces no se da la importancia que merece a la cobertura de un colchón, pero es fundamental en la percepción de su confort. Como hemos apuntado al principio, podríamos probar dos colchones exactamente iguales y sentirlos distintos si varían ciertas características que pueden parecer nimiedades pero no lo son. Un ejemplo de éstas es la funda. Un colchón de calidad incorporará una funda de fibras naturales, como el algodón o la lana, o de origen natural tratadas, como el lyocell, que contribuyen a la transpirabilidad y a la suavidad al tacto, y otros llevarán fundas de poliéster u otros materiales. Además es importante que sean extraíbles y se puedan lavar con lavadora para facilitar su mantenimiento y limpieza.

Recurre a la asesoría de expertos en descanso

Desde MATINER Natural-Descans recomendamos que recurras a un proveedor de descanso de confianza para asesorarte sobre las capas y partes de un colchón para poder elegir la mejor opción para ti.

Los posts de MATINER Natural-Descans tienen fines informativos y no deben reemplazar el consejo de un médico u otro profesional médico.

© MATINER es una marca de Espumalia, SL · Todos los derechos reservados · 2024 · Aviso legal · Política de privacidad