Quienes han visto o todavía ven la habitación de sus abuelos o sus padres en pisos antiguos o en casas de pueblo habrán notado que en las últimas décadas ha tenido lugar una gran transformación no sólo en la estética de los dormitorios (y de las viviendas enteras) sino en las medidas de sus muebles. Probablemente muchos lo habrán descubierto también al alquilar o comprar una vivienda que no ha sido reformada nunca o casi nunca: por un lado, cocinas con encimeras bajas, armarios roperos con menos capacidad y almacenamiento menos funcional o lámparas a la altura de nuestra cabeza, y por otro, muebles de televisión compactos que ocupan paredes enteras, mesas de comedor más grandes y varios sillones en vez de sofás con más capacidad.
En el caso de los colchones, el paso del tiempo se hace aún más evidente en estos casos: no sólo eran de muelles muy primitivos, con capas de fieltro o de algodón como revestimiento, que proveían de un confort más limitado que los sofisticados acolchados actuales, o de espumas ligeras que no ofrecían el mismo apoyo ni durabilidad que las de altas prestaciones a las que hoy estamos acostumbrados, sino que debían ser aptos para camas desplegables y espacios en los que debían dormir varias personas, que tenían una estatura media menor.
Por eso el abanico de medidas de entonces, aunque ha perdurado hasta la actualidad, no es el mismo que el de hoy, y por eso a veces se presta a confusión. Entonces un colchón de matrimonio era de 135 x 180, o como máximo, 135 x 190. Ahora resulta bastante impensable que dos personas de la constitución corporal de hoy en día duerman en un colchón tan estrecho, y esas medidas serían ideales para una sola persona que no sea muy alta. Y el aumento de la estatura media de la población actual no es el único motivo de que las medidas de los colchones sean diferentes hoy en día: hay otros factores a considerar.
Existen varios factores que han impulsado cambios en las medidas de los colchones las últimas décadas.
Todos sabemos que hoy es más fácil que hace años importar y exportar productos, también colchones. Por eso en las últimas décadas, ha habido un esfuerzo por armonizar las medidas con otros países europeos, lo que ha introducido nuevos tamaños en el mercado español.
Los consumidores somos ahora más exigentes con nuestra experiencia de sueño que hace años, o por lo menos estamos más informados sobre la importancia de un descanso reparador. Por eso ahora vemos más normal dormir en un colchón más espacioso que hace años, cuando solíamos conformarnos con colchones más pequeños y menos ergonómicos, sin considerar tanto los beneficios para la salud y el bienestar. Además, hoy en día también se demandan más opciones para adaptarse a diferentes espacios y necesidades.
La globalización, además de la facilidad de importar y exportar colchones y de la estandarización de medidas que ésta conlleva, también ha traído consigo la incorporación a nuestro imaginario de medidas populares en otros países, como las camas King y Super King Size, Queen Size, Presidential, etc., que hace años eran desconocidas y ahora vemos por todas partes, especialmente en hoteles.
Ya lo hemos apuntado antes: la tendencia hacia colchones más largos (200 cm en lugar de 190 cm) responde al incremento general de la estatura de la población. Actualmente un buen porcentaje de la población dormiría en algún momento de la noche con los pies fuera de la cama si durmiera en un colchón antiguo.
Hoy en día las viviendas se construyen priorizando de otra forma los espacios. Los dormitorios son más pequeños y más funcionales, por eso la variedad en las medidas de cama es fundamental para poderlos adaptar a diseños más diversos.
Las medidas de los colchones en la actualidad son combinaciones de anchos y largos que se han estandarizado. El largo es el que tiene menos opciones: suele ser de 190 y de 200, porque el de 180 cada vez más está en desuso. Los colchones de 210 o 220 se suelen considerar de medidas especiales. El ancho es el que ofrece un abanico más grande de posibilidades. A continuación presentamos una lista de las medidas más habituales.
También existen colchones de 80 cm o incluso de 70 cm, pero son menos habituales.
Es la medida tradicional, como apuntábamos más arriba, para las camas de matrimonio en España, pero cada vez es más excepcional que dos personas duerman en una cama de este ancho, a no ser que sean de estatura y peso reducidos. Podemos considerarlas, por lo tanto, medidas para una cama individual espaciosa. En este post hablamos sobre las medidas de un colchón de matrimonio.
Es una medida importada del mundo anglosajón, para una cama de matrimonio que se está imponiendo cada vez más, por el aumento de exigencia de espacio para dormir y por el aumento de la envergadura media de cada persona. En este post hablamos sobre este tipo de colchón.
También importada de Reino Unido y Norteamérica, es una medida que encontramos en muchos hoteles, pero aún no extendida en los hogares porque requiere habitaciones espaciosas, por eso también es un poco más difícil encontrar ropa de cama, somieres y estructuras para ellos. En este post hablamos sobre este tipo de colchón.
Si las camas de 180 están reservadas para sibaritas del sueño, las más anchas son un capricho todavía más excepcional: hay que pensar que si reservamos por lo menos 60 centímetros por cada lado de la cama para pasar necesitaremos una habitación de por lo menos 8 metros cuadrados, por lo que las estructuras de cama, somieres, sábanas y edredones, etc., todavía son más caros y raros en las tiendas.
También la influencia de los fabricantes suele ser determinante a la hora de incluir sus medidas en el mercado. Por ejemplo, IKEA tiene colchones de 140 cm de ancho, que prácticamente no se utilizan y condicionan a los compradores de sus colchones a que adquieran sus somieres y estructuras de cama y viceversa.
Para determinar el espacio necesario para dormir cómodamente, debemos considerar varios factores, incluyendo la altura, el peso, y las preferencias personales de espacio. En general, la longitud de un colchón debe ser al menos 10-15 cm más largo que la persona más alta, mientras que se recomienda un mínimo de 70-80 cm por persona en el ancho de una cama para un descanso cómodo, por lo que para dos personas, esto sugiere un mínimo de 140-160 cm de ancho.
Vamos a analizar este caso específico:
Teniendo en cuenta esa longitud de al menos 10-15 cm más largo que la persona más alta, necesitaríamos un mínimo de 200-205 cm de longitud, así que un colchón de largo estándar de 200 cm sería suficiente.
Para el ancho debemos considerar factores como lo que se mueve cada persona, su peso, etc., así que 150-160 cm de ancho podría ser suficiente.
Opción mínima recomendada: Colchón King Size intermedio de 160×200 cm. En caso de personas muy voluminosas, quizá sería necesario optar por un King Size de 180.
Siempre podemos valorar, además, la opción de poner juntos dos colchones individuales de 80 o de 90 cm de ancho.
En Matiner Natural-Descans ofrecemos una carta de medidas estándar como la que hemos especificado, y también fabricamos a medida al por mayor según las necesidades del cliente.
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