En un post anterior, en el que hablábamos de las medidas del colchón, hablamos superficialmente del colchón King Size. Se trata de uno de los tamaños en alza en el mercado en todo el mundo, tal como se puede ver en la gráfica a continuación.
Optar por un colchón de medidas King Size, por lo tanto, es algo que se plantean muchos durmientes que valoran tener espacio suficiente, tanto si duermen solos como si lo hacen en pareja, para estirarse y dormir cómodamente, disfrutando de una buena independencia de lechos (aunque esto también depende de otros factores, como la forma en que está construido el colchón y los materiales utilizados). Pero ¿qué hay que tener en cuenta para decidir si es una buena opción para nosotros? Lo explicamos en este post.
En España se suele llamar King Size a los colchones de 180 cm de ancho x 200 cm de largo, independientemente de su altura. Se diferencian de otros colchones como los Queen Size, que miden 150 cm de ancho x 200 de largo, o el súper King Size o King Size XXL o Presidential King Size, que mide 200 cm x 200 cm.
Sin embargo, mucha gente los suele denominar simplemente por su medida, por ejemplo, “colchón de matrimonio de 180”, ya que en otros países las medidas del colchón King Size pueden ser diferentes: por ejemplo, en Reino Unido, Estados Unidos o Canadá, al usar el sistema imperial de unidades, estos colchones suelen medir 193 cm de ancho por 203 cm de largo, ya que redondean en pulgadas (76” x 80”).
Además, en España es más habitual que los colchones midan 190 cm de largo, y no 200 cm (aunque cada vez más, con el aumento de la estatura media de la población, se fabrican en este largo), por lo que es normal ver colchones King Size de 180 cm x 190 cm, mientras que en los países anglosajones se entiende que este tamaño tiene un largo de 200 cm.
Lo más recomendable en este sentido, cuando vayamos a comprar un colchón a una tienda o cuando busquemos este producto por internet es asegurarnos de lo que mide.
Imaginemos que nos estamos planteando comprar un colchón King Size porque el tamaño del nuestro nos parece insuficiente. ¿Es este tamaño la solución a nuestras necesidades de sueño? Para obtener respuesta a esta pregunta, debemos plantearnos otras, como por ejemplo:
Si nos despertamos continuamente durante la noche por los movimientos de la persona que duerme con nosotros o nos levantamos con el cuerpo dolorido por no haber podido tener libertad de movimientos probablemente nuestro colchón sea demasiado pequeño y/o no nos proporciona la independencia de lechos suficiente. Optar por un colchón de medida King Size puede ser una buena decisión, pero también podemos probar con colchones de 150 o 160 (esos 10 cm pueden suponer una mejora mayor de la que parece) fabricados con materiales y tecnologías y formas de fabricación (como la firmeza, el orden de capas y la manera en que se pegan) que absorban el movimiento y que sean de larga duración, ya que los colchones deformados por el tiempo tienden a amortiguar muy poco ese movimiento.
Cuanto más nos movamos, más probablemente necesitaremos un colchón grande, incluso aunque durmamos solos, para sentirnos cómodos y podernos estirar a nuestras anchas.
La lactancia materna puede suponer un incentivo a dormir con el bebé en la cama, ya que es más cómodo para la madre, y además el colecho fomenta el vínculo familiar. Los niños pequeños pueden llegar a dormir atravesados, ya que sus patrones de sueño son distintos, por eso el colchón King Size puede ser el más adecuado para ofrecer el espacio necesario, que a su vez puede servir de transición para dormir en su propia cama sin pasar por la cuna.
Hay quienes no duermen con niños pero sí lo hacen con sus mascotas (acerca de lo cual hablamos en este post), y las medidas de un colchón King Size pueden ser las adecuadas para ello.
Además, también es importante considerar nuestras limitaciones, ya que no siempre podremos optar por un colchón más grande:
Si en nuestro dormitorio necesitamos ubicar un armario ropero y otro espacio de almacenaje, como dos mesitas de noche y/o una cómoda, debemos contar con que necesitaremos más de 12 metros cuadrados de habitación (por ejemplo, 3,5 m x 3,5 m, lo que permitiría ubicar una mesita de noche a cada lado de la cama y un armario a los pies con el espacio justo para pasar), aunque también depende de su forma y su ubicación (donde tiene las puertas y las ventanas, por ejemplo).
Es importante tener presente que recurrir a un colchón King Size no sólo suele implicar una inversión más elevada que si optamos por una medida más pequeña: probablemente tampoco nos servirá la ropa de cama que tengamos (incluyendo la que supone una inversión más elevada, como las mantas o edredones nórdicos), las almohadas (según cuáles tengamos pueden verse muy pequeñas en un colchón grande), la estructura de cama y el cabezal. Tendremos que prever varios centenares de euros de inversión al margen de la que supone el colchón.
Si estamos convencidos de cambiarnos a una medida King Size pero no contamos con un dormitorio grande, quizá sea posible adoptar algunos trucos para aprovechar al máximo el espacio:
El armario es uno de los muebles que más ocupan en una habitación, por lo que si es posible, puede ser buena idea situarlo en otra estancia que haga las veces de vestidor, de manera que tendremos más espacio para la cama. Lo que guardaríamos en una cómoda, por ejemplo, quizá puede ir en un mueble de baño.
Existen cabezales de cama que son estanterías, que pueden hacer las veces de mesita de noche sin ocupar espacio a ambos lados de la cama, o mesitas de noche y armarios collados a las paredes. Si tenemos sillas en el dormitorio, por ejemplo, pueden ser plegables e ir colgadas a la pared de un gancho, y también podemos tener un escritorio plegable.
Existen muebles de almacenaje con tan poco fondo como 27 cm (mientras que lo estándar suele superar los 40 cm), de manera que ocupan mucho menos espacio. Una estantería. una cajonera o un armario con poco fondo dejan más espacio de paso alrededor de una cama. Además, si aprovechamos los armarios hasta el techo no será necesario tener más muebles que ocupen más espacio.
Los canapés de cama o cualquier otro sistema de almacenaje bajo la cama aprovechan un espacio muerto y restan necesidad de otro tipo de muebles que limitarán el espacio de la habitación. Hay modelos de incluso dos hileras de cajones.
Ya hemos hablado del cabezal-mesita, pero también hay otras posibilidades de eliminar la necesidad de muebles adicionales, como los asientos con espacio de almacenaje interior, las camas suspendidas con escritorio debajo, etc.
Además de aprovechar el espacio, podemos crear la ilusión de que éste es mayor de lo que es, para disimular que la cama ocupa la mayor parte de la estancia. Una forma para lograrlo es colgar cortinas de pared a pared, para que el dormitorio parezca más grande, y al mismo tiempo proporcionar privacidad y reducir la luz y el ruido.
Como ya sabremos, los colores claros en las paredes son ideales para crear sensación de amplitud.
En conclusión, los colchones King Size ofrecen mucho espacio y comodidad para parejas e individuos que desean mucho espacio para moverse mientras duermen. Sin embargo, puede que no sean la mejor opción para todos debido a su tamaño y la inversión que suponen. Si estamos considerando optar por un colchón King Size, es importante medir nuestro dormitorio cuidadosamente y considerar nuestro presupuesto y preferencias de sueño antes de comprar. En MATINER Natural-Descans ofrecemos nuestros modelos en medida colchón King Size.
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