Dormir bien es esencial para nuestra salud y nuestro bienestar en general, y las medidas del colchón en el que dormimos son un factor fundamental para lograrlo. Pero elegir el mejor tamaño no sólo debe tener en cuenta nuestras necesidades de sueño: hay otros condicionantes que afectan a nuestra decisión, como las medidas o la distribución de nuestro dormitorio o nuestro presupuesto, claro está.
Para decidirnos por un colchón de medidas adecuadas para nosotros, en primer lugar debemos saber qué opciones existen en el mercado, y luego considerar el resto. El tamaño de estos productos son estándares en la industria, dado que las estructuras de cama también siguen un patrón normalizado, aunque también existe la posibilidad de encargar colchones y estructuras a medida, que suelen ser más costosos. Existen, sin embargo, países que operan con estándares un poco diferentes, por lo que hablaremos de los más extendidos.
En este post explicamos acerca de las medidas del colchón y de cómo elegir la mejor para nosotros.
Generalmente la primera medida que se nos viene a la cabeza cuando hablamos del tamaño del colchón es el ancho. Probablemente habremos oído hablar de dos maneras acerca de éste: haciendo referencia a la medida en centímetros (90, 120, 150…) o por su nomenclatura en inglés (Single, Double, Queen Size…) Ambas formas son utilizadas en el mercado global, de manera que es importante conocerlas y saber cómo se corresponden entre sí (aunque cabe anotar que, como en Reino Unido y los Estados Unidos las medidas son en pulgadas y, como en los países que usan el sistema métrico, redondean las medidas, pueden no corresponder de forma exacta):
Un colchón de medidas single/twin o de 90 cm es el tamaño estándar más pequeño que se suele comercializar. Suele ser el usado en habitaciones para niños, dormitorios universitarios, habitaciones auxiliares (de invitados, por ejemplo).
A su favor tienen su adaptabilidad a espacios reducidos y que son más económicos que los más anchos. Además, si se unen dos del mismo ancho, largo y alto, se pueden convertir en una cama de 180 cm, con la ventaja de poderlos usar de dos maneras distintas y de que dos durmientes con preferencias distintas pueden dormir juntos usando dos modelos distintos, por ejemplo (de ahí que se llamen también twin).
Los inconvenientes de un colchón de estas medidas se centran en su limitación de espacio, tanto para personas altas y anchas como, evidentemente, para más de un durmiente. Además, suelen ofrecer opciones limitadas para camas de alta gama, que suelen ser más grandes.
Existen colchones individuales de 80 cm, ideales para habitaciones juveniles o personas de baja estatura y poca corpulencia. También son habituales en albergues y residencias de estudiantes porque son económicos y fáciles de manejar (para cambiar de una habitación a otra, por ejemplo). Por su precio también son una elección adecuada para habitaciones de huéspedes.
Se trata de colchones ligeramente más anchos que los single/twin (sólo 15 cm), que buscan ofrecer más confort a personas más anchas o que se mueven mucho sin necesidad de aumentar exponencialmente el tamaño de su cama.
Su principal ventaja es, como acabamos de apuntar, que suponen una mejora para personas que quieren un colchón individual, por ejemplo, por una limitación de espacio, pero no quieren renunciar a un poco de espacio extra, sin tener que hacer un desembolso económico tan elevado como ocurre con otras opciones.
Sin embargo, hay que contar con una posible inversión superior en ropa de cama (es, además, más difícil de encontrar), y con que, obviamente, sigue siendo una medida muy reducida para personas que se mueven mucho o son muy corpulentas o duermen acompañadas.
Los colchones para camas de 135 cm eran la opción de lo que llamamos comunmente “cama doble” más común de hace una o dos generaciones. Por entonces muchos hogares eran más pequeños, pero sobre todo, no se atribuía tanta importancia al espacio y en general a la comodidad a la hora de dormir como ocurre hoy en día, por lo que no se consideraba invertir mucho dinero en un colchón más grande, porque su tamaño (y su calidad) era algo secundario.
Hoy en día esta medida resulta excesivamente reducida para muchas parejas y se ha convertido en una opción preferida por personas que duermen solas y quieren contar con total confort a la hora de dormir, aunque algunas parejas que no se mueven mucho todavía siguen recurriendo a este tamaño, especialmente si no disponen de un dormitorio muy espacioso.
Los colchones full-size o de 135 cm tienen como principal ventaja que siguen siendo una opción adecuada para muchos dormitorios a los que no les sobra espacio y más económica que los colchones dobles grandes que detallaremos a continuación. Además, al ser una medida muy utilizada, la oferta de ropa de cama disponible, así como otros productos relacionados (cabeceros, somieres, etc.), es amplia y variada.
Sin embargo, las parejas que se mueven mucho y/o que son corpulentas notarán este tamaño muy ajustado para sus necesidades, y de la misma manera que ocurre con las camas de 190 y de 105, no suelen casar muy bien en dormitorios de alta gama, porque su oferta suele ser limitada en este tamaño.
Los colchones en esta medida son de los más vendidos en la actualidad en dormitorios dobles. Proveen suficiente espacio para la mayoría de personas que duermen acompañadas, con margen suficiente para moverse. Es la medida más recomendable en estos casos.
En general, se trata de colchones que caben en dormitorios medianos sin necesidad de renunciar a mucho espacio, permiten a dos durmientes descansar correctamente y además disponen de la gama más amplia de ropa de cama y accesorios entre los colchones dobles, por lo que el desembolso económico en este sentido es moderado en comparación con otras medidas más grandes.
En contra, podemos destacar que esta medida requiere una proporción del espacio muy elevada en dormitorios individuales o de matrimonio pequeños, y que las parejas que se mueven mucho y/o que valoran mucho su espacio dentro de la cama (o que hacen colecho con un bebé, por ejemplo) todavía encontrarán insuficiente el espacio que ofrecen.
Existe una versión extendida de la Queen Size, que son los colchones de 160 cm de ancho: de hecho, existe ropa de cama que establece que encaja en colchones tanto de 150 como de 160 cm. Ofrecen un ligero aumento del espacio que pueden notar las parejas que notan un colchón estándar de 150 cm un poco justo, aumentando así su confort.
Los colchones de 180 o king size se han puesto muy de moda en los últimos años. Como hemos explicado en este post, existe una mayor concienciación sobre la importancia de un buen descanso, por lo que en la medida de lo posible, las personas suelen optar por una medida de cama y de colchón que les provea más espacio, para moverse, más independencia de lechos con otra persona (si la superficie es mayor, menos se suele notar el movimiento del otro), etc.
Son una excelente opción para personas que duermen con otra y quieren suficiente espacio, así como familias que comparten cama con un bebé, etc. Además, cada vez existe más disponibilidad de ropa de cama y accesorios para esta medida de colchón y de cama.
Como aspecto menos favorable hay que destacar que no todos los dormitorios disponen de espacio para albergar una cama de este tamaño, y que la oferta de ropa de cama y accesorios, aunque mayor que hace años, sigue siendo menor que la de camas individuales o de 150 cm.
Se trata de una medida con todavía poca presencia en el mercado, por lo que muchas marcas todavía no lo contemplan en sus catálogos y sigue siendo demandado a medida por muchos compradores. En Estados Unidos el estándar más parecido se llama Wyoming King.
Lo suelen preferir parejas que quieren disfrutar de un lecho muy ancho para cada una y así tener total libertad de movimientos, parejas que duermen con niños o con una mascota, etc.
Sin embargo, una cama de 200 x 200 no suele ser adecuada para cualquier dormitorio, ni para cualquier durmiente: en los dormitorios de matrimonio pequeños está opción no dejará espacio suficiente para el paso si se cuenta con muebles como armarios, mesillas de noche, escritorios, etc., y las personas de pequeña estatura pueden verse incómodas en un colchón tan grande, especialmente los niños, que tienen una percepción diferente del espacio. Además, la ropa de cama y accesorios para este tipo de colchones no se encuentran en todas las tiendas (a menudo hay que buscarlos por internet) y suelen ser en comparación más caros que los de otras medidas.
En algunos países existen los colchones «familiares», llamados también Alaska King, que miden más de 270 cm. Se trata de una medida muy desconocida en Europa, pero que es interesante saber que está estandarizada en Estados Unidos.
Las opciones estándar en el largo del colchón son mucho menores que en el ancho. En general se recomienda que un colchón sea por lo menos 15 cm más largo que lo que medimos de alto. Por eso la mayor parte de los colchones están disponibles en 190 y 200 cm, aunque también los hay de 180, especialmente para niños y jóvenes. Existen opciones más difíciles de encontrar, que son de 210 y 220 cm, dado que la media de altura ha aumentado en los últimos años (176 cm en España en el caso de los hombres), y eso significa que hay muchas personas que miden más y necesitan colchones adecuados.
Existen muchísimas opciones de grosor o altura en un colchón, aquí no hay estándares, depende de las capas con las que se hayan fabricado. Sí es cierto que la mayoría de colchones tienen un grueso que suele oscilar entre los 20 y los 30 cm, de ahí que la mayoría de ropa de cama que enconraremos, por ejemplo, se ajustará a este grueso. Si optamos por colchones más altos probablemente la ropa de cama estándar (la sábana bajera especialmente) no cubrirá todo el colchón y si optamos por colchones más bajos no llenará todo el hueco y se arrugará o desencajará más fácilmente, por lo que el grosor de un colchón es importante.
El grosor está muy relacionado con la densidad y la calidad del colchón (de ahí que la mayoría de hoteles de lujo cuenten con colchones muy altos), pero existen mitos y verdades sobre ello que tratamos en este post.
En MATINER Natural-Descans ofrecemos un amplio catálogo de colchones para minoristas del descanso y establecimientos hoteleros como albergues, residencias estudiantiles, hoteles, cruceros, etc. Las medidas estándar que ofrecemos en la mayoría de nuestros productos son 80, 90, 105, 120, 135, 150, 160 y 180 cm de ancho y 180, 190 y 200 de largo. El grosor depende de cada modelo. También trabajamos a medida para fabricar colchones más anchos y más largos que estos estándares.
Los posts de MATINER Natural-Descans tienen fines informativos y no deben reemplazar el consejo de un médico u otro profesional médico.