Dormir en el sofá

Dormir en el sofá: mitos y verdades sobre su conveniencia

Quedarse dormido en el sofá viendo una película, leyendo o mirando el móvil es uno de los placeres mundanos más extendidos. Influye en ello el factor acogedor, porque el sofá suele ser mullido y estar en un entorno tranquilo, donde llevamos a cabo actividades que nos relajan, como ver la tele, leer o mirar el móvil, quizá con el añadido de una manta suave y de la fatiga acumulada durante el día. La naturaleza informal y distendida, de alguna manera involuntaria del sofá nos puede ayudar a relajarnos de forma más natural que ir a la cama, donde, por decirlo de alguna forma, llevamos a cabo una “relajación obligada”.

Sin embargo, así como en la cama normalmente permanecemos toda la noche (que incluso a veces se hace corta), del sofá solemos despertarnos porque no están diseñados para un descanso reparador. Por eso puede ser una buena opción para una siesta, por ejemplo. En este post hablamos de los mitos y verdades de dormir en el sofá.

La comodidad del sofá

El sofá goza de muy mala fama para dormir. No en vano se ha usado mucho tiempo el estereotipo “mandar a dormir al sofá” cuando una pareja que duermen juntos se pelean. Si bien significa una forma de castigo que consiste en no tener relaciones, en realidad si asociáramos el sofá a un lugar ideal para dormir, quizá no se habría popularizado esa frase.

Sin embargo, un sofá de buena calidad, con espumas de alta densidad que ofrezcan un buen apoyo y unos acolchados mullidos sin provocar demasiado hundimiento, no es enemigo del sueño, o por lo menos no lo es en ciertas circunstancias.

Algunos mitos y verdades sobre dormir en el sofá

Es más cómodo que algunos colchones

Puede resultar sorprendente, pero hay quien piensa que un sofá provee más apoyo a la columna que el colchón de una cama, pero aunque un sofá pueda ser de buena calidad, con espuma de alta densidad, no está pensado para descansar estirado, y menos durante largos periodos de tiempo. Si dormimos mejor en el sofá que en nuestra cama, el problema está en nuestra cama.

Así que en parte se trata de un mito, pero también tiene algo de verdad: un sofá puede ser mejor que algunos colchones, pero eso no quiere decir que debamos dormir en él, lo que debemos es cambiar de colchón.

Nos ayuda a quedarnos dormidos antes que en la cama

Evidentemente no se trata de desmentir algo que ciertas personas viven de primera mano: es posible que haya quien concilie el sueño mejor en el sofá que en la cama. Sin embargo, eso no debería ser razón para tomar como una costumbre quedarnos dormidos en el sofá para después irnos a la cama, porque esto puede interferir con el establecimiento de una rutina de sueño regular, que es crucial para una buena higiene del sueño,.sin interrupciones, que pase por todas las fases. Además, si esto se cronifica, puede generar una dependencia psicológica que dificulte todavía más dormir en una cama normal.

Si nos quedamos dormidos más fácilmente en el sofá que en la cama, debemos profundizar en las causas, como que nuestra cama no sea la adecuada, o que la asociamos a algo negativo como la misma falta del sueño, algo que es necesario abordar de otras formas.

En el sofá se ronca menos

Es una creencia extendida que dormir en el sofá provoca menos ronquidos a las personas que roncan. Esto puede ser parcialmente cierto, pero no lo es tanto por el hecho de tratarse de sofá, sino porque en el sofá tiende a dormirse de lado y no sobre la espalda, boca arriba, que es la postura que suele asociarse a los ronquidos. Además, el sofá está situado generalmente en otra habitación que el dormitorio, con lo cual es evidente que la persona que duerme con la que ronca oirá menos sus ronquidos.

Lo más adecuado ante el trastorno del sueño que lleva a roncar es intentar dormir de lado (si es necesario, con una almohada que lo facilite), mantener un peso corporal adecuado (el sobrepeso favorece los ronquidos), evitar el alcohol, usar un humidificador si es necesario, revisarse las alergias, etc.

Es ideal para dormir la siesta

¿Quién no ha dormido alguna vez la siesta en el sofá por el pequeño placer de adueñarse de él por un rato, o porque se despierta antes que en la cama, y por lo tanto no la alargará demasiado y podrá continuar con su rutina? Todo esto tiene una base cierta, pero es necesario recordar que el sofá debe ser de buena calidad si no queremos que despertarnos antes sea sinónimo de mala calidad del sueño.

Además, dormir la siesta en la cama es una buena opción para descansar mejor si elegimos bien la hora (no debe ser muy tarde), nos ponemos el despertador y no nos ponemos “demasiado cómodos” (por ejemplo, tapándonos y dejando la habitación completamente a oscuras. Además, un plan atractivo para después de la siesta siempre puede ayudarnos a motivarnos para no hacerla más larga de la cuenta.

¿Dormimos bien en nuestra cama?

Como hemos explicado en este post, no tiene nada de perjudicial disfrutar de ese pequeño placer que es acaparar el sofá para nosotros y relajarnos viendo una película, leyendo o mirando el móvil y quedarnos dormidos con esa sensación de confort. Sin embargo, si nos pasa a menudo que preferimos dormir en el sofá que en nuestra cama, uno de los motivos puede ser que nuestra rutina de sueño no es adecuada o que nuestra cama no nos proporciona el descanso que necesitamos. Debemos analizar esto para decidir si es el momento de cambiar de hábitos o de colchón para mejorar nuestro descanso.

Los posts de MATINER Natural-Descans tienen fines informativos y no deben reemplazar el consejo de un médico u otro profesional médico.

© MATINER es una marca de Espumalia, SL · Todos los derechos reservados · 2025 · Aviso legal · Política de privacidad