Nuestra habitación es seguramente el lugar de descanso donde pasamos más tiempo y por lo tanto necesitamos que sea un espacio íntimo y acogedor, en el que lograr un sueño reparador. Y no es necesario ser partidario del feng shui para saber que la manera en la que la cama está situada influye en la calidad de nuestro sueño y de nuestra vida en el dormitorio: por cómo incide la luz o el ruido en ella, por la manera en que debemos entrar a la cama, etc. Cómo orientar la cama para lograr descansar bien y sentirse reparado al día siguiente? En este post hablaremos de ello.
La cama es el elemento del mobiliario que primero tenemos que tener en cuenta para decidir la distribución del dormitorio, y es a posteriori cuando debemos ir colocando el resto de muebles y accesorios.
Generalmente tenemos en cuenta los siguientes aspectos:
Generalmente nos gusta tener la cama cerca de la puerta para acceder fácilmente a ella, especialmente en dormitorios pequeños, pero lo ideal es que la situación del cabecero nos permita una buena visibilidad de la puerta y el exterior sin que desde el exterior se vea fácilmente el cabecero. De está manera tendremos una sensación de “lugar seguro”. Lo mismo ocurre con las ventanas: nuestros instintos primarios como humanos nos conducen a sentirnos más seguros a una cierta distancia de ellas, incluso a pesar de disfrutar de unas bonitas vistas, y si no contamos con un buen aislamiento, probablemente también nos incomodarán los ruidos.
Es también uno de los criterios que muchos seguimos para decidir cómo orientar la cama: hacerlo hacia un punto cardinal concreto. Hay numerosas opiniones de expertos que sostienen que lo mejor es situar el cabecero hacia el norte o hacia el este, pero en realidad no hay un consenso ni estudios empíricos que permitan afirmarlo. Una de las cuestiones que suelen tener peso a la hora de decidirnos por un punto cardinal es realmente la orientación de la ventana, ya que esto incidirá en la cantidad de luz que recibimos por la mañana, y si el cabecero de la cama está cerca de ella, la notaremos más al despertarnos.
Que una habitación tenga forma cuadrada, alargada o en forma de L nos influye mucho a la hora de situar y orientar la cama. Si nuestro dormitorio es cuadrado muchos diseñadores entenderán que lo mejor es colocar la cama en el eje central, mientras que si es rectangular o en forma de L lo ideal es dividir el espacio en zonas (escritorio, vestidor, descanso, etc.). Las habitaciones grandes suelen permitir gran libertad a la hora de situar y orientar la cama, teniendo incluso en cuenta varios factores (la ventana, la puerta, la orientación norte-sur…) mientras que las pequeñas nos obligan a conformarnos con las opciones que ofrece.
Otras consideraciones importantes sobre cómo orientar la cama:
Es bueno evitar situar la cama en el medio de la habitación ya que da sensación de inseguridad (falta de “cobijo”). La mejor opción es colocar la cama pegada a una pared (pero que se permita acceder a ella por ambos lados) y así conseguir un buen apoyo y una mayor sensación de seguridad y confort.
Muchas personas valoran no tener que girar la cabeza más de 45 grados para ver todos los elementos que se encuentran en la estancia y al mismo tiempo controlar todas las personas que entran o salen de la habitación, sin que seamos necesariamente vistos desde fuera. De esta manera nuestro cuerpo no está tenso o inquieto y descansaremos mejor.
Los espejos, especialmente los que aparte de tener la función de ofrecer dónde vernos al arreglarnos también son decorativos, son un elemento fundamental en la decoración. Sin embargo, tienden a atraer contínuamente la vista hacia ellos, por lo que es recomendable no tener más de dos en el dormitorio, y evitar colocarlos donde nos podamos ver reflejados mientras estemos en la cama, ya que provocarán que no nos relajemos completamente.
Para lograr un sueño reparador no sólo debemos prestar atención en cómo orientar la cama: también existen una serie de elementos de la habitación que sin darnos cuenta influyen en la calidad de nuestro sueño diario. Aquí enumeramos algunos:
El orden es fundamental para conseguir un buen descanso. Es importante intentar mantener un orden diario (aunque a veces con las prisas y la rutina sea difícil) ya que ver caos a nuestro alrededor dificulta relajarnos conciliar el sueño. El orden potencia la autoestima y la positividad.
La decoración es una base fundamental para conseguir crear un espacio acogedor que facilite nuestro descanso. El minimalismo es sinónimo de paz y tranquilidad. Con los muebles suficientes, la cama, el colchón y la almohada es suficiente. Debemos evitar, en la medida de lo posible, sobrecargar la habitación con muchos accesorios o mobiliario. Si disponemos de habitaciones como estudio o vestidor, es allí donde podemos destinar más elementos de mobiliario.
Dormir con sensación de frío o calor es una de las causas más comunes que provocan no poder conciliar el sueño. Es importante que la habitación (tanto en verano como en invierno) se encuentre en la temperatura ideal antes de meternos en la cama para que nuestro cuerpo se pueda relajar y podamos descansar bien durante toda la noche (además consumimos más energía si encendemos la calefacción o el aire acondicionado y los ponemos más fuertes para lograr rápido la temperatura deseada).
Evitar colores fríos o oscuros puede ayudar a crear la atmósfera ideal para relajarnos mientras no nos dormimos. El color más apropiado es el blanco o los colores suaves y pasteles como el salmón, rosa, beige, blanco, vainilla, verdes, violetas etc., ya que favorecen la relajación de los ojos y ayudan a conciliar el sueño.
No hay nada más bonito y más saludable que la luz natural, sin embargo regular su incidencia en la estancia mediante cortinas como estores o lamas es fundamental para ahorrar energía, evitar el desgaste de los muebles y las paredes con los rayos UV y para procurar la relajación, dejando entrar sólo la luz más beneficiosa. En caso de no disponer de luz natural, una iluminación cálida y tenue es la mejor opción.
Muchas personas no ponen cabecero en su cama porque lo consideran demasiado aparatoso. Sin embargo, es otro elemento que nos aporta confort y seguridad, ya que nos permite apoyar la almohada y la espalda mientras estamos leyendo o viendo la televisión y nos protege de golpes. Además, protegen la pared de la suciedad que se va acumulando del contacto con la almohada, el vapor que liberamos al dormir y el pelo.
No por figurar en los últimos de esta lista es menos importante, al contrario: si no lo hemos enunciado antes es porque si nos estamos planteando cómo orientar la cama es porque seguramente ya contamos con un buen colchón. Sin embargo, si no dormimos bien, es lo primero que nos tenemos que preguntar: ¿debo plantearme cambiar el colchón? En un post anterior explicamos los factores a tener en cuenta para tomar esa decisión.
En Matiner Natural-Descans tenemos un amplio catálogo de colchones fabricados con los mejores materiales de alta calidad, 100% naturales y acolchados que proporcionan una perfecta combinación de dureza, firmeza y densidad para un descanso perfecto.
Los hoteles son grandes ejemplos a seguir en cuestiones de descanso: al fin y al cabo, entre otros, venden eso, un lugar confortable para dormir. Si nos fijamos en los que mejor experiencia de descanso se atribuyen, no sólo veremos que ofrecen colchones y camas de excelente calidad: también tienen perfectamente estudiado cómo orientar la cama, cómo distribuir el resto de elementos en el espacio, los colores que utilizan, etc.
En Matiner Natural-Descans somos fabricantes de colchones para hoteles, por lo que ofrecemos nuestra experiencia y capacidad al servicio del mejor descanso.
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