Hablamos a menudo de la importancia de un colchón de calidad que se adapte a nuestras necesidades para un sueño reparador, es decir, que nos haga recuperar nuestra energía y funciones cognitivas. Sin embargo, no hemos hablado de las cualidades de un tipo de colchones de calidad en concreto, que brindan un apoyo exquisito y una experiencia de sueño de lujo (comodidad, ventilación, etc.): los colchones hechos a mano.
Como ocurre con otro tipo de productos, en los últimos años se ha producido una reflexión sobre los inconvenientes de la producción en masa de los colchones y los beneficios de reincorporar la fabricación a mano, con materiales naturales e infinitas horas de trabajo y atención a cada detalle. Más allá de una moda, se trata de una creciente búsqueda de una atención y un producto personalizados, de calidad, que pone en valor el trabajo bien hecho de las personas.
Los colchones hechos a mano beben del tradicional oficio del colchonero, cuyas técnicas y habilidades se transmitían de generación en generación. Éstos solían trabajar a domicilio, y se encargaban de rellenar colchones con materiales naturales como tela, lana o crin después de limpiarlos y hacerlos más mullidos para mantener su elasticidad y propiedades de descanso, gracias a sus herramientas especializadas.
De una forma parecida, los fabricantes de colchones hechos a mano hoy en día trabajan cada pieza de forma exclusiva, con instrumental y técnicas más avanzadas que hace unas décadas y materiales escrupulosamente seleccionados (como el látex, que muchos años atrás no se utilizaba), dando a cada colchón un carácter único para un descanso único.
Con la extensísima oferta de productos disponibles, especialmente gracias a la venta por internet, también crece el número de usuarios que no se conforma con que les ofrezcan un producto despersonalizado no pensado para ellos, que no surja de la prévia identificación de sus necesidades únicas y la voluntad de satisfacerlas.
Por eso, empresas especializadas invierten tiempo y esfuerzo para ofrecer aquello que los usuarios no encontrarán en la producción masiva.
Siguiendo el hilo de lo que acabamos de explicar, a continuación enumeramos algunas de las ventajas de recurrir a colchones hechos a mano:
Un colchón hecho a mano puede estar hecho de cualquier material, pero si se quiere ensalzar las cualidades de los colchones artesanos se entiende que deben ser de materiales naturales, como la lana, el algodón o el látex natural.
Es un material tradicional para el relleno de los colchones por excelencia, con las técnicas de batido actuales del material se evita su deformación por más tiempo; es naturalmente hipoalergénico, termoregulador (ayuda a dormir más frescos en verano y más calientes en invierno), y es retardante de llama sin necesidad de aditivos químicos. La lana se ha vuelto a poner de moda con los colchones tipo futón, del agrado de quienes quieren colchones extra firmes, que pueden modularse en suavidad con diferentes tipos de topper.
Junto con la lana, el algodón es el material que se ha usado durante décadas para el relleno de colchones, por su durabilidad, transpirabilidad y su carácter natural, libre de químicos que pueden emitir gases, antes de que los fabricantes optaran por las espumas de poliuretano, que eran más baratas. Actualmente gran parte de los fabricantes de colchones de alta gama incluyen algodón en sus piezas de descanso, especialmente en las hechas a mano. El algodón es un material firme, cuya dureza suele compensarse con un acolchado mullido. Es muy apreciado entre personas que necesitan una correcta alineación postural, especialmente en la zona cervical y lumbar, ya que no produce hundimiento.
Aunque no es un material que se usara tradicionalmente para la fabricación de colchones, se trata de una opción 100℅ natural, equiparable en beneficios a la lana y el algodón, que hoy en día constituye la base para colchones de primerísima calidad. El látex se obtiene de la savia del árbol del caucho, con la que se elabora una espuma muy elástica que se adapta fantásticamente a la forma del cuerpo tras un primer contacto mullido. Como el algodón y la lana, es hipoalergénico, transpirable y termoregulador. Es ideal para personas que padecen dolores musculares o en los huesos, como dolor de espalda, ya que logran una postura correctamente alineada que alivia la presión en los puntos de apoyo críticos.
El colchón artesanal de látex Artes-Natur, hecho a mano, es un homenaje al tradicional oficio de colchonero, por la manera en la que está fabricado, lejos de los procesos industrializados existentes en la actualidad.
Aunque su aspecto es moderno, recuerda al colchón de lana tradicional, que a su vez es uno de sus componentes, junto con el algodón y el látex, todos ellos máximos exponentes de materiales naturales y ecológicos. Esta combinación permite adaptar su uso a la estación del año en la que nos encontremos. En invierno su lado de lana actúa como aislante térmico para protegernos del frío, mientras que en verano su lado de algodón aporta transpirabilidad y sensación de frescura.
Ver colchón aquí.
Los colchones hechos a mano son cada vez más apreciados en hoteles, especialmente los tipos boutique, que quieren hacer de la estancia de sus clientes en sus instalaciones una experiencia única, con un trato personalizado, una oferta gastronómica de calidad a menudo con chefs con estrellas Michelin, una decoración con obras de arte y productos de relajación y descanso en la habitación de excelente gama. En este sentido, ofrecer descanso en colchones hechos a mano eleva todavía más el valor añadido de la estancia.
Para identificar un colchón hecho a mano, debemos fijarnos en la suavidad de tejido, la exquisitez de su acolchado, la firmeza y alivio de la presión al contacto, así como su agradable temperatura.
Otras características habituales de este tipo de colchones son:
En la actualidad hay infinidad de tiendas que se dedican a vender productos de descanso. pero en el caso de los colchones hechos a mano debemos prestar mucha atención, porque es fácil caer en ofertas a bajos precios que esconden materiales que no son 100℅ naturales, y si vamos a renunciar a los materiales de calidad, quizá nos salga a cuenta otro tipo de colchón.
Lo ideal es acudir a tiendas de acreditada experiencia sector y dejarse asesorar por un profesional del descanso que pueda mostrarnos los certificados y garantías de fabricación, así como ejemplos de exposición que podamos probar durante un rato en diferentes posturas y a ser posible con la persona que duerme con nosotros si la hubiera.
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