A menudo, al seleccionar un nuevo colchón, prestamos mayor atención a aspectos como el material y la firmeza y subestimamos el impacto que el grosor puede tener en nuestra experiencia de descanso. De hecho, si alguna vez hemos dormido en una habitación de hotel de gama alta, que están obligados a ofrecer un sueño incomparable, habremos notado que los colchones suelen ser bastante gruesos, de 25 cm e incluso más. Los colchones altos suelen implicar beneficios como un número más elevado de capas de material y una firmeza superior, aspectos que acostumbran a estar correlacionados con un descanso reparador. Sin embargo, un colchón grueso, por sí mismo, puede no ser lo que necesitamos, y en cualquier caso, no existe una respuesta válida para todo el mundo sobre cuán alto debe ser un colchón para ofrecer el mejor descanso. En este post explicamos la importancia de que un colchón sea alto y cómo elegirlo.
¿Por qué hay colchones altos y otros que son más bajos?
Como ocurre con cualquier producto, las variaciones suelen tener por objetivo adaptarse a las necesidades de cada comprador. En el caso de la altura del colchón, se trata de responder a las necesidades de cada durmiente. Estas necesidades pueden tener relación con las características físicas de cada uno (altura, peso), si duerme solo o acompañado, su postura al dormir, y por supuesto, su presupuesto, entre otros.
En general, un colchón se compone, como mínimo, de dos capas en su interior:
- Una es el núcleo, que es la más importante: es la que da nombre al material del que está hecho. Si decimos que el colchón es de látex, el núcleo debe ser de látex, por ejemplo. Sin embargo, si durmiéramos sobre el núcleo, dormiríamos incómodos, porque es el que le proporciona la estabilidad y el que da soporte al cuerpo, sin la amortiguación necesaria para aportar comodidad. Dicho de otra forma: si durmiéramos en una tabla de madera, tendríamos apoyo y estabilidad, pero nuestra experiencia de sueño sería muy negativa. El núcleo puede ser de distintos grosores, y generalmente, cuanto más grueso es, más costoso es porque requiere más cantidad de material, y más apoyo y estabilidad brinda, y más durabilidad aporta al colchón, porque evita que se deforme durante más tiempo.
- La segunda es el acolchado, que no aportaría la estabilidad necesaria si fuera la capa principal, pero que combinada con el núcleo, brinda la combinación de comodidad, amortiguación y soporte adicional que se necesita. No es menos importante que el núcleo, porque en realidad es lo que el durmiente más nota: si su preferencia es el látex, por ejemplo, puede no ser necesario que el núcleo sea de látex sino el acolchado, y viceversa, si aprecia las cualidades del látex para el núcleo por ser hipoalergénico, antiácaros, etc., pero valora el “efecto abrazo” de la viscoelástica, puede elegir un colchón con un acolchado de este material. Los acolchados también pueden ser de varios grosores, que afectan a su precio y a la respuesta que el usuario percibe cuando entra en contacto con él.
Cuando hablamos de colchones altos, además de referirnos a núcleos y acolchados de más grosor, también debemos entender que existirán más capas intermedias con implicaciones sobre su confort y su capacidad de soporte.
Los colchones suelen tener una altura media que oscila entre los 20 y los 30 cm. El núcleo debería suponer la mitad de ese grosor, sea del material que sea, incluyendo una capa de transición si la hay, y las capas intermedias pueden ser de unos 2,5 a 5 cm. El resto suelen ser acolchados, que dependiendo de si se trata de un colchón de una cara o de dos, puede estar por un lado o por los dos.
Los colchones altos, por lo tanto, suelen considerarse como tales a partir de 30 cm.
Ventajas de los colchones altos
Ya hemos esbozado algunas de las ventajas de los colchones altos en lo que llevamos de post, sin embargo, las enumeraremos en una lista para recopilarlas:
- Mayor comodidad: un colchón alto proporciona una capa adicional de acolchado y suavidad, lo que puede hacer que la superficie de descanso resulte más cómoda al durmiente. Esto es especialmente beneficioso para quienes prefieren una sensación más mullida y suave al acostarse, aunque esta misma sensación puede ser personalizable según los materiales y tecnologías utilizadas: más dura, más mullida, con “efecto abrazo”, etc.
- Mejor soporte: los colchones altos suelen contar con varias capas y componentes adicionales que brindan un mayor apoyo para zonas como los hombros, la zona lumbar o las caderas. Esto puede ser beneficioso para quienes buscan un nivel adicional de soporte para la columna vertebral y las articulaciones.
- Mayor durabilidad: aunque depende también de la calidad de los materiales utilizados y el diseño de la estructura, los colchones altos suelen ser más duraderos porque son más estables y soportan mejor el desgaste.
- Independencia de lechos (amortiguación de movimiento): la altura adicional de los colchones altos puede ayudar a reducir la transferencia de movimiento de un durmiente a otro. Esto significa que si dormimos en pareja y nuestro compañero de cama se mueve durante la noche, es menos probable que sintamos esos movimientos y perturbaciones en nuestro lado de la cama y eso dará continuidad a nuestro sueño.
- Fácil acceso: algunas personas con problemas de movilidad o limitaciones físicas encuentran en los colchones bajos dificultades para entrar y salir de la cama. La altura adicional puede hacer que sea más fácil levantarse y acostarse. Sin embargo, en algunos tipos de problemas de movilidad puede llegar a ser más difícil acceder y salir de una cama con colchón alto que uno más bajo.
- Estética y presencia: como hemos apuntado al principio, los colchones altos suelen ser habituales en hoteles de gama alta, por lo que tenerlos en nuestro dormitorio también puede dar un toque de elegancia y estilo a nuestro dormitorio.
Desventajas de los colchones altos
Algunos de los inconvenientes de los colchones altos pueden ser:
- Limitaciones de tamaño y diseño: algunos colchones altos pueden comportar limitaciones para encontrar ropa de cama (que debido al grueso adicional puede quedar pequeña), así como para ajustarse a camas con barandas o estructuras especiales, por lo que puede ser necesario hacer una inversión adicional en este tipo de conceptos.
- Presupuesto adicional: en general, los colchones más gruesos tienden a ser más caros que los colchones más delgados. El material y las capas adicionales que se requieren para lograr la mayor altura aumentan el precio del colchón. Esto puede ser un factor a considerar para aquellos con un presupuesto más ajustado.
- Mayor peso y volumen: los colchones altos suelen ser más pesados y voluminosos que los colchones más delgados. Esto puede dificultar el movimiento y la manipulación del colchón, especialmente al cambiar de ubicación o al hacer la limpieza. Si tenemos que cambiarnos de vivienda puede no ser la mejor opción.
- Preferencias personales: la altura de un colchón es en última instancia una cuestión de preferencia personal. Algunas personas pueden encontrar que los colchones altos no se adaptan a sus necesidades y preferirán opciones más delgadas.
¿Necesitamos un colchón alto?
En general, llegados a este punto, muchas personas se preguntarán si es necesario, pudiendo elegir (es decir, si disponemos del presupuesto y el espacio y estructura de cama adecuados), recurrir a un colchón más grueso.
Hay que tener en cuenta que un colchón menos grueso no es necesariamente de menor calidad que uno más grueso. Aunque los centímetros de cada capa y el número total de capas suelen ser proporcionales a la calidad, existen colchones más bajos con unos materiales y una estructura de gran calidad, densos y por lo tanto duraderos, que pueden ser suficientes para nuestras necesidades.
Algunas de las preguntas que debemos hacernos para responder a la pregunta sobre si necesitamos un colchón alto pueden ser:
- ¿Cuál es nuestra composición corporal? Si somos personas de baja estatura o bajo peso, quizá no sea necesario un colchón especialmente alto, porque obtendremos suficiente soporte y comodidad, al no hundirlo demasiado, con uno de grueso estándar.
- ¿Dormimos solos o acompañados? Si dormimos solos, no transferiremos nuestro movimiento a otra persona, ni ella a nosotros, por lo que las ventajas en este sentido de un colchón más alto, quizá no serán tan necesarias. En cambio si dormimos en pareja, notaremos muy positivamente que nuestro colchón sea más grueso.
- ¿Qué postura adquirimos al dormir? Generalmente todos nos movemos al dormir, pero si la postura en la que estamos la mayor parte del tiempo es de lado, por ejemplo, un colchón más grueso nos puede ayudar a sentirlo más cómodo, porque a pesar del apoyo que brinda, la mayor cantidad y grueso de capas puede reducir la presión sobre los puntos de presión de esta postura. Sin embargo, si dormimos boca arriba, puede ser suficiente un colchón menos grueso.
También es conveniente recordar que podemos aumentar el grosor de nuestro colchón mediante un topper, de los que hablamos en este post.
Matiner, marca de calidad en colchones altos
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