Colchón HR qué es

Colchón HR: ¿Qué es? ¿Se ha hecho con el mercado del látex?

Si en los últimos años hemos tenido que elegir un colchón más de una vez, habremos visto que el colchón HR ha ganado un protagonismo espectacular, junto con la viscoelástica. Y quizá cuando parecía que los únicos colchones de calidad en el mercado eran los de látex, si nos hubieran dicho que los colchones HR son en realidad colchones de espuma, jamás habríamos pensado que llegarían a hacer sombra a los colchones de látex.

De hecho, siendo honestos, el hecho de que se haya popularizado el nombre “colchón HR”, que hace referencia a espumación de alta resiliencia (High Resilience foam), y no “colchón de espuma de alta resiliencia”, tal vez haya sido para evitar que se relacionara estos colchones de alta calidad con los de espuma tradicional, que eran poco más que bloques de espuma de poliuretano, es decir, de esponja, poco duraderos, deformables y que carecían de soporte. Además, acostumbraban a dar mucho calor porque no eran transpirables.

Pero ¿qué ha ocurrido en los últimos años para que los colchones de espuma no tengan nada que ver con la espuma tradicional y se hayan convertido en una de las alternativas más cómodas, que brindan mejor apoyo a nuestro cuerpo y con un precio más asequible? En este post lo explicamos.

De la espuma tradicional a la de más alta calidad

Como decíamos, a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, hablar de un colchón de espuma era hablar de un colchón barato, de baja calidad, deformable en poco tiempo, que apenas daba soporte (se hundía) y no transpiraba bien porque a la práctica era dormir sobre un plástico. Cuando alguien quería optar por un descanso de mayor calidad, recurría a los colchones de muelles, o si tenía un presupuesto mayor, a los de viscoelástica o látex, que dominaban el mercado.

Sin embargo, los procesos de fabricación y los materiales utilizados en este tipo de colchones han dado un salto de vértigo hasta convertirlos en una de las opciones preferidas de los durmientes. La espuma de alta resiliencia es fruto de añadir al poliuretano, cuyas materias primas son los polioles e isocianato, aditivos y modificadores para aumentar la densidad y la resiliencia de la espuma, contribuyendo a una estructura de celdas más abiertas y a una mayor elasticidad.

Gracias a esta estructura, el aire circula mejor (haciendo el colchón más transpirable) y la respuesta al presionar y soltar la espuma es más rápido, proporcionando un apoyo del cuerpo más firme y elástico (y así más cómodo) en comparación con las espumas tradicionales. Esta resiliencia mucho mayor también hace posible que los colchones duren mucho más.

Y no sólo eso: este tipo de espuma es muy versátil, al poder combinarse con otros tipos de espumas (como la viscoelástica, fabricada con otro tipo de aditivos que hacen que se adapte totalmente al cuerpo) para ofrecer diferentes niveles de adaptabilidad y apoyo al cuerpo. De esta manera, los colchones HR pueden encontrarse en distintos grados de firmeza y de sensación al contacto.

Hay que puntualizar que no todos los colchones de espuma que se fabrican hoy en día son HR: para ser considerados como tales generalmente deben tener una alta densidad (cantidad de material por área de colchón) de 30kg por m3 o superior, y una capacidad de rebote de por lo menos el 45%. Esto último significa que tras aplicar presión y luego liberarla, el colchón debe recuperar por lo menos el 45% de su altura original en un corto periodo de tiempo: por ejemplo, si comprimimos un segmento de espuma HR 10 cm y luego lo liberamos, debería recuperarse en seguida hasta estar comprimido sólo 5,5 cm o menos.

Esto no quiere decir que todos los colchones que no sean HR todavía se fabriquen como se hacía antes: con bloques de espuma de poliuretano, sin más. Existen colchones de espuma que incorporan tecnologías avanzadas y materiales innovadores para mejorar la comodidad y la durabilidad.

Colchón HR y colchón de viscoelástica

El colchón HR y el de viscoelástica son de la misma familia, ya que ambos se fabrican con espuma de poliuretano (aunque cada vez más se popularizan espumas naturales como el biovisco), y como hemos apuntado, la espumaciòn HR y la viscoelástica se suelen combinar en muchos modelos de colchones.

Se diferencian los aditivos que llevan y en los procesos de fabricación, que hacen que en el caso de la viscoelástica (memory foam en inglés) el colchón tenga “memoria de forma”, adaptándose lentamente al cuerpo y luego volviendo también lentamente a la forma original, en un llamado “efecto abrazo” que muchos durmientes aprecian porque ofrece una sensación de confort y alivio de presión en puntos específicos del cuerpo. La sensación que ofrece un colchón HR no es tan envolvente y adaptativa a los contornos del cuerpo (algo que en los primeros colchones viscoelásticos también repercutía en una mayor sensación de calor), sino más bien firme y mullida.

Al ofrecer ventajas complementarias, los colchones suelen combinar ambas espumas para aprovecharlas: un ejemplo de ello son los que tienen HR en el núcleo, que proporciona apoyo y durabilidad, y luego viscoelástica en las capas superiores para brindar la adaptabilidad y alivio de la presión que muchos durmientes buscan. De hecho, estos materiales también se combinan en otros tipos de colchones totalmente diferentes como los muelles, que también se suelen usar en el núcleo, que en las capas intermedias tienen viscoelástica o látex.

Colchón HR y colchón de látex

Al buscar la recuperación de su forma lo antes posible, a diferencia de la viscoelástica, que vuelve a su forma original más despacio, podríamos decir que los colchones HR realmente con los que compiten de forma más directa son con los de látex, que es naturalmente resiliente.

El látex es un material que se caracteriza por su adaptabilidad al cuerpo y su elasticidad, con un buen nivel de resistencia y soporte que hace a los colchones muy duraderos. Además es hipoalergénico y transpirable. Además, si elegimos espumas de látex naturales, provenientes del árbol del caucho, la transpirabilidad, la resiliencia y la durabilidad son mayores, y además son naturalmente antimicrobianas y hipoalergénicas.

Ahora bien, los colchones de látex 100% natural son más costosos que los sintéticos (por eso normalmente se suele mezclar ambos tipos de espumas para equilibrar costes y beneficios), y si nos vamos a una opción sintética, quizá queramos considerar otros materiales como la espuma HR, que puede ser diseñada con diferentes densidades y niveles de firmeza, algo más difícil en el caso del látex (de ahí que suela combinarse con un núcleo de muelles o con acolchados de materiales más firmes). Además, las tecnologías de fabricación permiten incorporar mejoras en cuanto a disipación del calor, tratamientos antimicrobianos, etc.

Esta diversidad hace que podamos tener también un mayor rango de precios a nuestra disposición, mientras que los colchones de látex suelen tener una menor variedad y un mayor coste, no sólo por el precio de sus materiales y tecnologías de fabricación sino también por su peso, ya que su densidad suele ser mayor, y eso repercute en el transporte y en la dificultad de manipulación del colchón para su almacenaje y envío. Este punto sobre los precios es lo que probablemente ha desplazado a muchos colchones de látex del mercado, especialmente los de látex sintético.

La conclusión de MATINER Natural-Descans

En general, el látex es una buena opción, especialmente para quienes buscan materiales naturales, como el colchón Heveá de nuestro catálogo, que es 100% natural con certificado de autenticidad, porque nos aseguraremos una máxima durabilidad, transpirabilidad y resiliencia, con un nivel de firmeza superior al de otros colchones de látex. Sin embargo, si nos supone una inversión demasiado elevada y queremos una alternativa de calidad a un precio más asequible, podemos optar por colchones HR, que son son altamente resistentes, adaptables y ofrecen un soporte óptimo para el descanso.

Los posts de MATINER Natural-Descans tienen fines informativos y no deben reemplazar el consejo de un médico u otro profesional médico.

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