La evolución en los gustos y las necesidades de los viajeros han motivado cambios en la oferta de servicios de los hoteles, especialmente de los hoteles de lujo. La calidad del alojamiento es algo que ya dan por sentado, por lo que buscan experiencias que van más allá, como un tratamiento personalizado y exclusivo por el que merece la pena pagar. Y la disponibilidad de habitaciones con diferentes tipos de colchones o una carta de almohadas para procurar el mejor descanso más adecuado para cada huésped es un ejemplo de esta filosofía.
No es necesario que un hotel tenga cinco estrellas o sea calificado como hotel boutique para disponer de una carta de almohadas: el hecho de disponer de más de una opción para que los clientes puedan obtener una experiencia de descanso adecuada aumenta la percepción positiva del alojamiento, especialmente si los colchones que se ofrecen son antiguos o de gama media, ya que complementan la correcta alineación de todo el cuerpo.
Antes de detenernos en cómo debe ser una carta de almohadas y las ventajas que ofrece a un huésped de hotel y por lo tanto al hotel mismo, debemos tener claro qué es. De la misma manera que nos parece normal que un comensal tenga diferentes gustos y necesidades gastronómicas, cada vez se está normalizando más que un huésped pueda obtener diferentes soluciones de descanso según si necesita un apoyo postural especial o si prefiere un material de relleno concreto.
Una carta de almohadas es este conjunto de opciones de almohada a elegir, como la carta de este restaurante que ofrece platos a base de verduras, carnes, pescados, opciones veganas, sin gluten, etc. para personalizar su servicio al cliente. De hecho, en inglés, “carta de almohadas” se llama “pillow menu”.
Hay establecimientos que no ofrecen una carta de almohadas porque están convencidos de que la calidad de sus almohadas es suficiente para satisfacer las necesidades de sus huéspedes. Y obviamente contar con almohadas de gran calidad es una condición fundamental en un buen servicio de alojamiento. Ahora bien, la personalización es un extra que va más allá.
Imaginemos un hotel que ofrece un desayuno exquisito, pero no responde a las necesidades de un celíaco, o que se centra en la oferta de la mejor pastelería dulce y relega a quienes prefieren lo salado: podremos argumentar que la calidad del desayuno es inmejorable, pero quizá no sea suficiente. A partir de ahí, el alcance de la variedad depende de muchos factores, como el presupuesto de cada establecimiento.
En el caso de una carta de almohadas el objetivo de fondo es el mismo. Por ejemplo, todos los hoteles NH Collection (la gama Premium de NH) cuentan con tres tipos de almohadas: dos blandas, dos medias y dos duras. También disponen de otros tipos de almohadas como las viscoelásticas, plumas, hipoalergénicas y cervicales en función de las preferencias y necesidades de cada huésped.
Un ejemplo de carta de almohadas es el de Barceló Emperatriz donde podremos encontrar 5 tipos de almohadas de diferentes calidades.
Un paso más allá lo han hecho hoteles de otros países como el Hotel The Benjamin , en Nueva York, que ofrece un Sleep Program que incluye una carta de almohadas donde podemos encontrar la antirronquidos, la almohada de agua, o la ‘Lullaby» con altavoces ultra delgados para crear una experiencia de sonido íntimo y relajante.
Ahora bien, de la misma manera que podemos encontrar una carta de restaurante excelente con una opción gastronómica de cada, sin pretensiones fuera de sus posibilidades, un hotel puede ofrecer una o dos alternativas a la almohada estándar de sus habitaciones, sin necesidad de hacer una inversión que no esté a su alcance. A continuación explicamos qué opciones se pueden ofrecer para que el huésped obtenga una personalización de su descanso según las preferencias y necesidades más habituales.
En un post anterior ya hablamos de algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de escoger una almohada según distintas necesidades. Para elegir un conjunto de almohadas a ofrecer en una carta de almohadas podemos guiarnos de esos criterios, teniendo en cuenta una serie de factores específicos:
En general, los durmientes suelen elegir almohada según la sensación de confort que les ofrece, más que en sus necesidades de sueño. Por lo tanto es buena idea ofrecer alguna opción más blanda y alguna opción más dura, explicando en la carta de almohadas los casos en los que suele ser adecuada una u otra opción.
Aunque está relacionado con el aspecto anterior, el tipo de material va más allá de la comodidad que cada persona asocie a él (por ejemplo, el efecto de las almohadas de viscoelástica no gustan a todo el mundo): también es importante a la hora de prevenir alergias (el látex natural es naturalmente hipoalergénico, por ejemplo) o de elegir según una conciencia medioambiental, como veremos a continuación. Esto también afecta a los acolchados, que pueden ser de algodón natural, de lana, etc.
Cada vez existe una conciencia medioambiental mayor en todo lo que hacemos y adquirimos, por lo que en la oferta de almohadas puede ser positivo incluir opciones que respondan a esta preocupación (látex natural de plantaciones sostenibles, viscoelástica natural (biovisco), etc.) y rechazar las que tengan origen animal (plumas, etc.)
Una apuesta segura en una carta de almohadas es ofrecer productos para problemas concretos como problemas en las cervicales (para lo que se puede disponer de almohadas con una forma específica, de materiales que ofrezcan una sujeción extra), problemas de ronquidos (con opciones que promuevan una postura que mantenga más despejadas las vías respiratorias), etc.
Un ejemplo de almohada cervical adecuada para colectividades es el modelo con núcleo de viscoelástica con forma y funda de tejido Stretch con tratamiento Aloe Vera.
El reto que tienen los establecimientos hoteleros es elegir almohadas que puedan proveer un buen descanso a durmientes que son muy diversos. Ofrezcan o no una carta de almohadas, este producto de descanso debe ofrecer comodidad, apoyo postural, seguridad e higiene.
Un ejemplo de ello puede ser una almohada de látex de firmeza media, que ofrece sensación de confort, apoyo postural, es naturalmente antibacteriano y permite cumplir con la normativa de prevención de incendios con textiles residenciales.
La almohada 100% látex de MATINER Natural-Descans fabricada por vulcanización es ideal para colectividades, ya que combinan látex natural y sintético, por lo que tienen una excelente calidad-precio y ofrecen un descanso de calidad para una gran variedad de perfiles de durmiente.
También las almohadas de viscoelástica pueden satisfacer las necesidades de gran parte de durmientes, ya que proveen apoyo postural, tienen efecto memoria y están tratadas con tratamientos transpirables y antibacterias.
La almohada viscoelástica aloe vera de MATINER Natural-Descans es otra opción adecuada para colectividades, ya que ofrece un núcleo de espuma flexible de poliuretano sensible a la temperatura y efecto memoria y lleva grabada la trazabilidad de cada unidad.
Es importante, a la hora de elegir una almohada, tener en cuenta el tipo de colchón que se dispone. Una almohada de calidad no sustituye un colchón de mala calidad y viceversa. Evidentemente, siempre será mejor dormir con una buena almohada o un buen colchón independientemente del resto, pero en un establecimiento hotelero una inversión en un buen material de descanso puede no servir de mucho en la percepción del huésped si hay una parte que no funciona.
Además, si apostamos por colchones de látex, por ejemplo, puede ser importante apostar también por almohadas de látex, para unificar la sensación de confort. En ese sentido, proveedores de descanso como MATINER Natural-Descans pueden ayudar a diseñar la línea de productos.
En MATINER Natural-Descans asesoramos a los establecimientos hoteleros para ofrecer una buena oferta de almohadas adecuada a los objetivos y el presupuesto de cada uno.
Los posts de MATINER Natural-Descans tienen fines informativos y no deben reemplazar el consejo de un médico u otro profesional médico.