Por qué dormimos con la boca abierta: causas y consejos para evitarlo

La manera como respiramos es fundamental para un sueño reparador. Hay quienes lo hacen a través de la nariz y otros lo hacen a través de la boca. Hacerlo a través de la boca implica dormir con la boca abierta, y al contrario de lo que muchos piensan, esto no es sinónimo de disfrutar más del sueño. De hecho, generalmente es sinónimo de ronquidos, apnea y otros trastornos del sueño que afectan negativamente a la salud. Además, tanto de día como de noche, la nariz ayuda a filtrar las partículas del aire, humedece más el aire que entra en los pulmones para evitar su sequedad, etc. Pero… así como podemos hacer un esfuerzo consciente durante nuestra rutina diaria para respirar más frecuentemente por la nariz, ¿cómo podemos hacerlo mientras dormimos? Si sabemos por qué dormimos con la boca abierta, como explicaremos en este post, empezaremos a ponerle solución.

Razones por las que dormimos con la boca abierta

Los seres humanos no dormimos con la boca abierta adrede si no existen una serie de causas que hacen que hayan adoptado este hábito. En general, la causa subyacente de la mayoría de los casos es la obstrucción (total o parcial) de la vía respiratoria nasal. Y eso puede tener varias causas.

  • Infecciones respiratorias. Las personas que sufren algún problema de salud como el asma, sinusitis o alergias estacionales son más propensas a tener las fosas nasales y vías respiratorias bloqueadas y por lo tanto a tener bloqueada la entrada del aire por la nariz. Lo mismo ocurre cuando tenemos gripes o resfriados durante el invierno que provocan congestión nasal. En todos estos casos sin darnos cuenta respiramos por la boca ante la necesidad extra de oxígeno que nuestro cuerpo necesita por la dificultad de entrada de parte del aire que inhalamos.
  • Problemas congénitos. Es muy habitual que la necesidad de dormir con la boca abierta la causen problemas como la forma de la nariz, la forma y el tamaño de la mandíbula, el tabique nasal desviado, etc. En estos casos, es necesario consultar a un médico para un diagnóstico. En algunos casos se pueden solucionar con cirugía.
  • Posturas al dormir. La postura es un factor clave a la hora de dormir con la boca abierta o cerrada, porque según cómo coloquemos nuestro cuerpo, éste puede tener más o menos necesidad de ayudarse de la boca para inhalar el oxígeno necesario. Aunque dormir boca arriba tiene algunos beneficios, como el hecho de que mantiene la columna vertebral más fácilmente alineada (especialmente si contamos con una almohada y un colchón adecuados), e incluso retrasa el envejecimiento de la piel, al no presionar la cara contra la almohada, si tenemos tendencia a dormir con la boca abierta, no es la mejor opción. Con esta postura, la mandíbula retrocede y la lengua cae hacia atrás, con lo que tendemos a abrir la boca y a obstruir más fácilmente las vías respiratorias. Intentar acostumbrarse a cambiar de postura al dormir nos puede ayudar a controlar la apertura de nuestra boca mientras dormimos. En este artículo (en inglés) de un laboratorio
  • Sobrepeso. Otra razón que puede provocar que una persona duerma con la boca abierta es que esa persona padezca problemas de sobrepeso, ya que sus pulmones trabajan más y por lo tanto necesitan más oxígeno que personas que pesan menos. Respirar con la boca abierta ayuda a compensar el esfuerzo que realizamos al respirar.
  • Fumadores. Fumar irrita el revestimiento de las vías respiratorias provocando hinchazón y congestión, haciendo difícil respirar por la nariz porque el flujo de aire disminuye, y por lo tanto tendemos a abrir la boca para compensarlo.
  • Colchón inadecuado o en mal estado. Dormir en un colchón viejo o que presenta deformaciones, o no adecuado para nuestros hábitos de sueño puede ser la causa de adoptar una postura incorrecta y por lo tanto dormir con la boca abierta.

Cómo detectar si dormimos con la boca abierta

Hay muchas personas que no saben si duermen con la boca abierta o cerrada. Puede ser que alguna vez se hayan despertado con la boca abierta pero no sepan si es una excepción o si duermen toda la noche así. Hay algunos síntomas que nos pueden guiar.

  • Ronquidos. Si la persona que duerme con nosotros nos avisa de que roncamos, es evidente que lo hacemos con la boca abierta.
  • Boca seca. Si nos levantamos con la boca muy seca es un síntoma de que podemos estar durmiendo con la boca abierta, ya que debido a esto puede producirse una irritación en la garganta. También puede ser provocado por fármacos, entre otras causas.
  • Voz ronca o carraspera. Si carraspeamos o tenemos la voz ronca puede ser un indicativo de que tenemos una irritación que nos hace dormir con la boca abierta.
  • Despertar con cansancio e irritación. Aunque puede tener varias causas, despertarse irritado o cansado puede ser un indicativo de no dormir bien, y esto puede ser causado por dormir con la boca abierta.
  • Aumento de caries. Hay estudios que demuestran que una de las causas del aumento de caries es un pH más ácido en la boca, que puede provocar caries.

Métodos para dejar de dormir con la boca abierta

Los seres humanos somos animales de costumbres. Al igual que nos quedamos dormidos en el sofá o en la cama en una postura inexplicable, hacemos ruidos extraños, hablamos en sueños, también dormimos con la boca abierta sin darnos cuenta. Y de la misma manera que lo hacemos con estas costumbres, aunque las hagamos inconscientemente, existen una serie de trucos para intentar dejar de dormir con la boca abierta

Dormir de lado o boca abajo

Adoptar una postura de dormir de lado o boca abajo evitará que abramos la boca mientras dormimos, y así respiraremos de forma adecuada y dormiremos mejor. Podemos ayudarnos de algunos trucos caseros para acostumbrarnos a dormir en otra postura, como una pelota de tenis cosida a la espalda, pero si esto provoca que nos despertemos mucho más durante la noche empeorará la calidad de nuestro sueño, por lo que lo ideal es consultar con el médico,

Aerosoles o tiras nasales

Colocar cintas por encima del tabique nasal pueden ayudar a respirar de forma más fácil y mejor a través de las fosas nasales y así no recurrir a respirar por la boca. Otra opción también es utilizar aerosoles nasales para permitir el paso del aire sin dificultad, y por lo tanto a respirar adecuadamente sin necesidad de abrir la boca. Es necesario consultar con el farmacéutico y, según el caso, al médico.

Almohadas para elevar la cabeza.

Un truco para intentar no dormir con la boca abierta, especialmente si no nos es posible cambiar de postura, es utilizar almohadas o cojines que sean altos con el principal objetivo de mantener los orificios nasales más abiertos y así mejorar el paso del aire a través de las fosas nasales. También se puede lograr elevando el tercio superior de la cama, o comprando una cama articulable.

La importancia del colchón en la calidad del sueño

El colchón es fundamental a la hora de favorecer una determinada postura, que nos ayude a dormir respirando por la nariz y lograr un sueño reparador. Lo ideal suele ser apostar por un colchón de firmeza media o baja, como el modelo viscoelástico Tíbet, o el modelo de espuma Verónica o Blue de MATINER Natural-Descans. La viscoelástica, al tener “efecto memoria”, puede ser una buena opción, ya que adquiere la forma de la postura del durmiente y eso ayuda a que se mueva menos, por lo que si dormimos de lado es más probable que permanezcamos de lado.

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