Colchón lumbalgia

Colchón para la lumbalgia: ¿Cómo elegirlo? Te damos las claves

La lumbalgia afecta de forma significativa al descanso de las personas que la padecen. Al tener dolor en la parte baja de la espalda, les es difícil a menudo encontrar una postura cómoda, que no les provoque molestias en esa zona, y se mueven constantemente durante la noche. Eso provoca interrupciones en el sueño, impide entrar en fase de sueño profundo, y además empeora la percepción del dolor, creando un círculo vicioso donde el dolor causa problemas de sueño y la falta de sueño aumenta la sensibilidad al dolor.

Cuando esto ocurre, puede ser porque no contamos con un colchón adecuado para la lumbalgia, con una firmeza indicada, adaptabilidad, transpirabilidad y grueso suficiente, por ejemplo. Elegir un colchón para la lumbalgia debe contar con el consejo de un especialista médico, pero debemos recordar que no existe un estándar de producto para esta dolencia, como ya explicamos en el caso de los colchones para las cervicales. Debemos identificar qué necesidades tenemos y si el colchón que estamos valorando nos las cubre.

¿Qué es la lumbalgia?

Para dar con el colchón adecuado para la lumbalgia, debemos entender en qué consiste. Sólo así podremos saber qué buscar.

La lumbalgia es el término médico para referirse al dolor en la parte baja de la espalda, específicamente en la zona lumbar. Está área comprende las cinco vértebras lumbares (llamadas L1, L2, L3, L4 y L5) situadas entre las costillas y la pelvis. Según la intensidad del dolor, se puede manifestar como un dolor sordo y constante, una sensación punzante aguda o rigidez y tensión muscular.

Esta dolencia puede ser aguda o subaguda cuando es puntual (hasta 12 semanas) o crónica si continúa después de ese periodo. Algunas de las causas suelen ser sobrecarga muscular, malas posturas, movimientos bruscos, enfermedades degenerativas como la artrosis o hernia discal, traumatismos, procesos inflamatorios o incluso factores congénitos. Entre los 30 y los 50 años es la edad más frecuente para padecer lumbalgia, el riesgo aumenta con el sedentarismo, el sobrepeso, los trabajos de esfuerzo físico o que requieren el mantenimiento de una sola postura, e incluso psicosociales (estrés, ansiedad, depresión…)

Entender la lumbalgia nos permite situarnos a la hora de elegir un colchón, porque quizá no es necesario cambiarlo si el dolor no es crónico, por ejemplo, o si el origen del dolor no está relacionado con el descanso sino con otros factores como posturas inadecuadas durante el día o lesiones específicas que requieren otro tipo de tratamiento. Pero si vemos necesario el cambio porque el dolor es sostenido, debemos buscar en un colchón ciertas características concretas.

Un buen colchón para la lumbalgia, ¿cómo debe ser?

Como hemos dicho, la lumbalgia es dolor en la parte baja de la espalda o lumbar. Esto significa que para dormir necesitamos un colchón que proporcione el soporte adecuado a esta zona, manteniendo la columna vertebral en una posición natural y aliviando la presión sobre los discos intervertebrales y los músculos lumbares. El colchón debe favorecer la correcta alineación de la columna, adaptándose a las curvas naturales del cuerpo y distribuyendo uniformemente el peso para evitar tensiones adicionales en la zona afectada.

  • Firmeza entre media y alta. Un colchón demasiado blando no proporciona el soporte adecuado, mientras que un demasiado duro puede presionar a los puntos sensibles. El ideal es un colchón con firmeza media a alta que mantenga la alineación de la columna.
  • Adaptabilidad. El colchón debe ser capaz de adaptarse a las curvas naturales del cuerpo, especialmente a la zona lumbar, dando apoyo o alivio de la presión donde se necesita.
  • Material. Existen varios materiales que pueden ser adecuados para la lumbalgia, como la viscoelástica, que se adapta al cuerpo y alivia la presión en puntos como las vértebras lumbares, los de látex, que ofrecen un buen apoyo y suelen ofrecer mayor frescura que los viscoelásticos, o los híbridos (hoy en día la mayoría) que combinan muelles con capas de látex o viscoelástica, látex con viscoelástica, etc.
  • Varias zonas de apoyo. Es fundamental que un colchón tenga diferentes zonas de apoyo, que significa que ofrece mayor firmeza donde se necesita. Muchos colchones especifican que ofrecen refuerzo en la zona lumbar.
  • Transpirabilidad. Un colchón que permita la circulación de aire evita la acumulación de humedad y calor que provoca incomodidad durante el sueño y puede aumentar la tensión muscular.
  • Altura. Un colchón para lumbalgia debe tener entre 20 y 30 centímetros de altura para facilitar la entrada y la salida de la cama y a la vez para ofrecer el apoyo suficiente.

¿Cómo NO debe ser un colchón para la lumbalgia?

Viendo cómo debe ser un colchón para la lumbalgia podemos intuir cómo no debe ser, y si tenemos lumbalgia y nuestro colchón se parece a estos, tal vez debamos valorar cambiarlo:

  • Demasiado blando. Un colchón demasiado blando no proporciona el apoyo adecuado a la columna vertebral, que no quedará correctamente alineada tal vez la parte lumbar se hunda demasiado, o la zona cervical y las caderas queden en una posición forzada, creando una curva antinatural que puede aumentar la tensión en los músculos y los ligamentos de la parte baja de la espalda.
  • Demasiado duro. Existe el mito de que un colchón muy duro es lo mejor para la espalda, pero si lo es en exceso puede crear puntos donde presiona excesivamente partes de nuestro cuerpo que naturalmente sobresalen, como los hombros y las caderas, causando desalineación de la columna como ocurre con los colchones blandos.
  • Colchones muy viejos (más de 8-10 años). Los colchones que ya han llegado al final de su vida útil pierden las propiedades de apoyo, al desgastarse los materiales con el uso continuo, y desarrollan deformaciones y hundimientos que no distribuyen el peso corporal de forma adecuada.
  • Colchones tradicionales de muelles sin capas de amortiguación. Al ser colchones muy duros, pueden crear puntos de presión y ofrecer un apoyo desigual en la zona lumbar.
  • Colchones con hundimientos visibles. Como hemos apuntado con los colchones v viejos, un colchón con deformaciones o hundimientos, independientemente del material, puede agravar el dolor de espalda porque obliga a la columna a adoptar posiciones antinaturales durante el sueño.
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  • Colchones que no diferencian zonas de apoyo. Aunque sean nuevos, los colchones que no ofrecen zonas reforzadas para las lumbares y otras adaptaciones al cuerpo pueden no adaptarse adecuadamente a la forma natural del cuerpo.
  • Colchones de viscoelástica de baja calidad. Hay quien compra un colchón de viscoelástica por su adaptabilidad sin prestar atención a la calidad, con lo que pueden deformarse excesivamente con el calor corporal y causar sensación de hundimiento (además de calor).
  • Futones muy finos. No proporcionan suficiente separación del suelo ni amortiguación para personas con problemas lumbares.

Para evitar empeorar la lumbalgia, es importante evaluar regularmente el estado de tu colchón y considerar reemplazarlo cuando empiece a mostrar signos de desgaste o cuando te despiertas constantemente con dolor de espalda.

Colchones de MATINER Natural-Descans para la lumbalgia

Los colchones de alta gama de MATINER Natural-Descans como el Heveá tienen hasta 7 zonas de descanso. Ofrece un 60% de firmeza (dentro del rango recomendado), cuenta con 5 zonas de descanso diferenciadas con refuerzo específico en la zona central, proporciona una excelente adaptabilidad que mantiene la alineación correcta de la columna, incluye 4 canales de ventilación que evitan la acumulación de humedad y calor (factores que pueden aumentar la tensión muscular), tiene una altura de 21 cm que facilita la entrada y salida de la cama, presenta una alta elasticidad que distribuye el peso uniformemente evitando puntos de presión, e incorpora un diseño ergonómico que respeta la forma natural del cuerpo, haciéndolo compatible con todas las posturas de descanso, un aspecto importante para personas que necesitan cambiar frecuentemente de posición durante la noche.

Los posts de MATINER Natural-Descans tienen fines informativos y no deben reemplazar el consejo de un médico u otro profesional médico.

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